Hace cosa de tres meses, vino a mi consulta un paciente que llevaba un tiempo padeciendo un problema de acidez intermitente que ya estaba empezando a preocuparle. Con su permiso concedido, os reproduzco la conversación que mantuvimos: Paciente: Desde hace más de seis meses tengo acidez, pero no después de cada comida sino de forma intermitente. De hecho, no me sucede todos los días, pero sí varios días a la semana. Yo: ¿Qué tal masticas la comida? Paciente: A conciencia. Yo: ¿Respetas las combinaciones de los alimentos? Paciente: Sí, porque mi mujer fue paciente tuya hace unos años y tenemos en casa las tablas que le diste. Y las seguimos fielmente. Yo: ¿Te tumbas en el sofá o en la cama después de las comidas? Paciente: No; como mucho, me recuesto, pero nunca me pongo horizontal. Yo: ¿Y cuánto tiempo pasa entre el final de la cena y el momento de acostarte? Paciente: Unas dos horas. Yo: Hasta ahora, todo muy bien. ¿Y siempre esperas a tener el estómago vacío para volver a come...
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