Sir Robert McCarrison y los hunzas del Himalaya

Sir Robert McCarrison fue un médico y fisiólogo británico que trabajó en el subcontinente indio a principios del siglo XX y que se interesó profundamente por la relación entre alimentación, salud y enfermedad. A partir de 1904, desarrolló investigaciones sobre nutrición, primero con poblaciones indias y más tarde con comunidades del norte, entre ellas los habitantes del valle de Hunza, con quienes convivió durante algún tiempo.

De los que se tenga constancia científica comprobada, los hunzas del Himalaya son el pueblo más longevo y saludable de toda la historia de la Humanidad, más que ningún otro (okinawenses, abjasios, tarahumaras, vilcabambas, nicoyanos, esenios…).

Estas son las 7 conclusiones principales en relación con la forma de alimentarse de los hunzas a las que llegó McCarrison:

1. La dieta hunza era extraordinariamente completa y equilibrada.

Subrayó que incluía cereales integrales (sobre todo trigo antiguo y cebada), legumbres, verduras, frutas frescas y secas, leche y productos fermentados. Consideraba que esta combinación proporcionaba todos los nutrientes esenciales sin excesos.

2. El uso de alimentos sin refinar era clave para su salud.

Insistió en que el consumo de granos integrales y la ausencia de productos refinados (harinas blancas, azúcar blanco…) estaban directamente relacionados con la baja incidencia de enfermedades digestivas, tiroideas y degenerativas que él observaba.

3. La frescura de los alimentos marcaba una diferencia decisiva.

Repetía que la alimentación hunza se basaba casi por completo en productos cultivados y consumidos localmente, con mínima manipulación. Para él, la vitalidad de la comida recién cosechada influía en la vitalidad del organismo.

4. La moderación era tan importante como la calidad.

McCarrison destacó que los hunzas no comían en exceso y que su dieta, aunque nutritiva, no era hipercalórica. Observó también que los periodos de escasez estacional actuaban como una forma natural de semiayuno.

5. El consumo de albaricoques y su aceite tenía un papel notable.

Describió el uso cotidiano de albaricoques frescos, secos y del aceite elaborado a partir de sus semillas. Consideraba que proporcionaban grasas de buena calidad y micronutrientes valiosos.

6. La combinación entre dieta y actividad física era inseparable.

Afirmó que el impacto beneficioso de la dieta hunza sólo podía comprenderse dentro de su estilo de vida: trabajo agrícola, caminatas constantes, aire limpio y ritmo vital regular. Veía esta interacción como un equilibrio fisiológico óptimo.

7. Su dieta explicaba la baja incidencia de enfermedades que él veía en otras poblaciones.

En sus estudios comparativos con otras regiones de la India, remarcó que las enfermedades que relacionaba con la malnutrición —úlceras, problemas digestivos crónicos, bocio, afecciones infecciosas persistentes— eran notablemente menos frecuentes entre los hunzas, y atribuía gran parte de esa diferencia a la dieta natural, variada y no adulterada.

Y estos eran los 11 alimentos primordiales de los hunzas:

1. Albaricoque. Fresco en verano y seco el resto del año. Es la base energética y nutricional más característica de su dieta.

2. Aceite de semilla de albaricoque. Usado para cocinar y como grasa principal. Rico en ácidos grasos insaturados.

3. Trigo antiguo integral. Cereal fundamental para panes, gachas y tortas.

4. Cebada. Muy resistente al clima del valle y con papel esencial en su dieta diaria.

5. Mijo. Otro cereal importante, especialmente en épocas frías o de menos disponibilidad de otros cultivos.

6. Legumbres. Lentejas, habas y guisantes. Aportan proteínas y saciedad.

7. Verduras de huerta. Coles, nabos, hojas verdes y otras variedades cultivadas en terrazas.

8. Frutos secos. Especialmente nueces y almendras, muy valoradas como fuente de calor y grasas saludables.

9. Leche fermentada. Yogur y otros fermentados caseros, importantes para la microbiota intestinal y la digestión.

10. Poca carne. De cabra, oveja y algunas aves. Relegada a festividades, reuniones comunitarias y momentos de escasez de otros alimentos.

11. Agua de glaciar. Procedente de deshielos del Karakórum. Rica en minerales, siempre citada como un elemento esencial de su vida diaria.

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