Todo lo que expresamos pone de relieve lo que somos, y se erige como una carta de presentación ante los demás. Por eso, las frases que salen de nuestra boca pueden abrirnos puertas o cerrarlas (en relaciones, en negocios...), pueden generar conflicto o armonía, o bien pueden delatarnos como personas inseguras o con una alta autoestima.
En la parte de arriba puede leerse una frase convencional, mientras que en la de abajo una que pronunciaría alguien con la autoestima alta.
- Evita decir: Creo que sí.
- Mejor di: Creo que esta es la mejor decisión.
- Perdón por llegar tarde.
- Gracias por esperarme.
- ¿Puedo preguntarte algo?.
- Tengo una pregunta para ti.
- No estoy seguro.
- Esto es lo que sé hasta ahora.
- ¿Me entiendes?
- ¿Me explico?
- Lo intentaré.
- Me encargaré de ello.
- Espero que funcione.
- Confío en que funcionará.
- Eso no es mi culpa.
- Asumo toda la responsabilidad.
- Lo que tú quieras.
- Esto es lo que sugiero.
- No puedo.
- Voy a ver cómo lo resuelvo.
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