A lo largo de 5 meses, mi madre, una mujer viuda de 80 años, con problemas visuales, auditivos y con la tensión alta, entre otras patologías, ha transcurrido y progresado muy, muy positivamente, mediante la guía de Carlos Lacomba.
La primera impresión que he tenido cuando tuve a Carlos antes nosotras, vía videoconferencia, ha sido de limpia y asertiva profesionalidad. Su modo de dirigirse a mi madre y a mí, pero sobretodo a mi madre, ha sido y es, cálida, con profunda cercanía y un alto grado de escucha activa. Y esto es lo que me ha empujado a seguir acudiendo a él en el seguimiento del tratamiento de mi madre durante varias visitas más.
El estado general de salud, física y mental de mi madre ha dado un gran cambio desde el primer día, en progresivo ascenso, saliendo de la queja perpetua para entrar en un comportamiento y actitud abiertas y disciplinadas al ver como mejoraba; tanto su participación activa -ingesta de producto natural para el control de la tensión- como pasiva con la aplicación durante 5 meses de frecuencias de la máquina de resonancia cuántica que Carlos ha activado diariamente, a distancia. Todo ello acompañado de un cambio sutil pero importante en la alimentación que le ha recomendado.
No solo se le ha equilibrado la tensión -maravilloso producto el Olife- sino que además ha rejuvenecido por fuera y por dentro. Y de paso, ha bajado de peso, con la consiguiente mejoría en su movilidad. A nivel cognitivo también ha subido varios puntos.
Sería magnífico que la actitud propia de mi madre, su propia responsabilidad sobre su salud, la acompañase siempre -ojalá- porque volver a verla sonreír y reír, dormir mejor, alimentarse bien y en definitiva, equilibrar su salud física, mental y emocional es un objetivo que todo naturópata persigue -yo la primera, como tal-.
Gracias Carlos, por encontrar el camino más adecuado para mi madre y también por saber y querer compartir tu sabiduría y tu buen hacer conmigo como profesional y como persona.
Ana Requejo (esencialmentetu@gmail.com).
Avilés (Asturias).
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