En muchos de mis artículos he hablado de la relación entre las enfermedades de los órganos pares (pulmones, riñones, ovarios, pechos, ojos…) y los conflictos de pareja.
Antes que nada, conviene recordar que, en este contexto, pareja puede entenderse como dos personas que comparten una relación sentimental, pero, más literalmente, y desde una perspectiva psicosomática, dos personas que tienen un vínculo, como dos hermanos, socios de un negocio, un compañero de trabajo, o incluso un rival.
Hoy, voy a explicar los conflictos de pareja que subyacen detrás de los problemas de salud asociados a siete órganos pares. Por ejemplo:
- PULMONES. Sentimiento de pérdida de territorio vital. “No me deja ni respirar”. “Me ahoga”. “Vivo situaciones asfixiantes”. “Me falta el aire”.
- RIÑONES. Miedo a la supervivencia. Pérdida de apoyo/protección. “Tengo miedo de que me abandone o que me traicione”.
- TESTÍCULOS. Infertilidad. Virilidad cuestionada. Falta de valor. Enfados acumulados. Miedo (masculino) a la rivalidad de la pareja. Miedo a no poder fecundarla.
- OVARIOS. Conflicto con la maternidad. Pérdida de hijos o del rol femenino. Falta de valor. Temor a no ser deseada. Enfados acumulados.
- OJOS. Conflicto de percepción. Negarse a ver algo del otro o del vínculo en común. Pérdida de la mirada compartida. No querer ver la realidad o verla de forma distorsionada. No ver al otro “con buenos ojos”.
- OÍDOS. No querer escuchar al otro. No querer escuchar críticas, secretos o verdades del otro. Hacer “oídos sordos” a la verdad.
- PECHOS (mujer). Conflicto con la nutrición, ya sea hacia el hijo o hacia la pareja. Conflicto con el dar y el recibir. Tomarse las cosas muy “a pecho”. Sentirse “despechada”.
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