Aunque hay que partir de la base de que el Sol es fuente de salud, también lo es el zumo de limón. Sin embargo, tomar grandes cantidades de zumo puro de limón de golpe puede provocar una crisis depurativa muy intensa y enfermarte. Al igual que comerte de una sentada medio quilo de ciruelas. Por consiguiente, por muy saludable que sea un elemento, siempre hay que tener en cuenta la dosis a la hora de ingerirlo (si hablamos de un alimento) o de tomarlo (si hablamos del Sol).
Y si hablamos del Sol, en ocasiones es conveniente adelantarse a los acontecimientos y ser capaz de prever posibles daños por exponerse a él. Por ejemplo, el Sol puede quemar:
- Si el que se expone a él es un niño pequeño o un adulto con la piel sensible o muy clara.
- Aunque estés debajo de una sombrilla, en una playa con la arena muy blanca (la cual, actúa como un espejo que refleja sus rayos).
- Incluso si estás debajo de un árbol cuya copa no sea muy espesa y en vez de generar sombra genere penumbra.
- Si utilizas un casco para hacer deporte que tenga agujeros de ventilación muy grandes.
- A pesar de que utilices ropa para practicar un deporte (como el tenis o el ciclismo), porque siempre habrá zonas de tu piel expuestas.
- En pleno verano, desde las 11 de la mañana hasta pasadas las 7 de la tarde, no solo en torno al mediodía.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Evidentemente, no nos vamos a quedar encerrados en casa en verano desde las 11 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Por eso, si es verano y por alguna razón tienes que exponerte a un Sol más o menos intenso durante cierto tiempo, entonces, para mí, una solución práctica, eficaz y saludable es utilizar cremas de protección ECOLÓGICAS. Repito: ECOLÓGICAS. Porque ya todos sabemos que las cremas convencionales (NO ECOLÓGICAS) contienen a menudo sustancias dañinas que, a la larga, pueden desencadenar graves problemas de salud. Sin embargo, las ecológicas no tienen ese inconveniente.
Obviamente, las cremas ecológicas son más caras que las convencionales, pero la calidad tiene un precio. Y con la salud, mejor no jugar.
Podéis encontrar muchas marcas ecológicas en el mercado, y excelentes, pero yo os hablaré de la que conozco porque es la que uso, por ejemplo, cuando salgo a hacer deporte con la bici o a caminar por la montaña. Es una marca francesa llamada BIARRITZ.
Os aviso de que, al menos en el formato “espray solar”, puede suceder que al aplicárosla notéis que deja como una fina película blanquecina sobre la piel. Eso es normal. Y es esa película, precisamente, la que hace de escudo para evitar que los rayos solares potencialmente dañinos (los ultravioleta de tipo B) puedan quemarnos. Sin embargo, en otros formatos y en otras marcas el efecto sobre la piel puede ser distinto, según el producto. En todo caso, podéis consultar directamente con el fabricante, o bien con el encargado de la herboristería o ecotienda, e informaros bien de cuál puede ser el producto más adecuado para vosotros antes de comprarlo.
El Sol es padre y la Naturaleza es madre. Y como padres que son, son sagrados. Por ello, conviene interactuar con ellos, siempre, con el máximo respeto.
Porque, de no hacerlo, pagaremos un alto precio.
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