Me sorprende hasta qué punto se está pervirtiendo el significado de la palabra saludable en los tiempos que corren, y, sobre todo, en innumerables vídeos cortos que inundan las redes sociales. Como, por ejemplo, el que sirve para ilustrar este artículo.
Por de pronto, comer varios alimentos proteicos en una misma comida es un hábito demostradamente dañino. Y os explico el porqué.
Una forma muy práctica de saber si un hábito es saludable o no es observar cómo afecta a personas con problemas de salud. Por ejemplo: en gente con sobrepeso o con problemas digestivos.
El sobrepeso es una acumulación de toxinas que el cuerpo convierte en grasas y las va almacenando en los tejidos hasta que tenga una buena ocasión para deshacerse de ellas. Y cuando una persona con sobrepeso empieza a combinar correctamente los alimentos, automáticamente (lo he comprobado cientos de veces en mis pacientes) empieza perder peso. De lo que podemos deducir que no combinar adecuadamente los alimentos genera toxinas, y, además (a quien tenga tendencia), engorda. Y en esas combinaciones inadecuadas incluiríamos, por supuesto, mezclar varias proteínas en una misma comida.
Ahora, subrayo: ningún animal salvaje del planeta Tierra ingiere varias proteínas a la vez cuando se dispone a comer. Ni siquiera los carnívoros. Solo el ser humano incurre en este hábito, pagando un precio por ello.
Por otro lado, cuando una persona tiene problemas digestivos (digestiones pesadas, acidez, gases, molestias, etc.) y pasa de no combinar adecuadamente los alimentos a hacerlo correctamente, automáticamente (también lo he comprobado cientos de veces) mejoran esos problemas, o, directamente, desaparecen.
Estos dos serían perfectos ejemplos de cómo la experiencia demuestra sin ningún género de dudas que no combinar los alimentos perjudica a la salud y que, por contra, respetar las combinaciones (lo cual es muy sencillo de hacer) reduce drásticamente el nivel de toxinas en el organismo y mejora sustancialmente la salud.
Lo inteligente, y lo saludable, es repartir el consumo de alimentos proteicos a lo largo del tiempo, en vez de concentrarlo en una sola comida. La experiencia avala esta postura.
Lo he dicho en distintas ocasiones: el cuerpo, a la hora de alimentarse, siempre agradece la sencillez y la simplicidad.
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