Autoridad

Tal como yo la entiendo, la autoridad, según su alcance, tiene 3 niveles:

  • Nivel 1: Cuando la gente te escucha.
  • Nivel 2: Cuando la gente te escucha y, además, te cree.
  • Nivel 3: Cuando la gente, además de escucharte y de creerte, hace lo que le dices.

Por consiguiente, una persona que esté en conflicto con su propia autoridad, tendrá dificultades para que la gente le escuche, poca o ninguna credibilidad y sus peticiones tenderán a ser ignoradas por los demás.

La autoridad es un poder que se tiene sobre los demás. Pero a diferencia del autoritarismo, la autoridad es un poder que no se ejerce con exceso ni con abuso.

Por otro lado, la autoridad es saludable, mientras que el autoritarismo es enfermizo.

La verdadera autoridad dimana del superyó. El autoritarismo del ego.

El ejercicio de la autoridad busca el bien común. El ejercicio del autoritarismo busca el bien personal.

Para tener autoridad y poder ejercerla de forma equilibrada y armoniosa es imprescindible que el individuo posea sus polaridades masculina y femenina integradas y equilibradas entre sí, lo que viene a significar estar reconciliado con la figura del padre y de la madre.

A la hora de ejercer la autoridad, la Polaridad Masculina nos otorga confianza en nosotros mismos, determinación y templanza. Mientras que la Polaridad Femenina nos aporta delicadeza, tacto y respeto por los demás.

La autoridad es imprescindible, por ejemplo, para unos padres que deseen educar sanamente a sus hijos. O para que el dueño de una empresa pueda sacarla adelante y hacerla prosperar. O para que un mando militar pueda cumplir una peligrosa misión con el menor número de bajas. O para que un orador que expone un tema controvertido pueda ser respetado por su audiencia.

La verdadera y genuina autoridad requiere de amor para ser ejercida. Por eso, una persona con la autoestima baja difícilmente podrá ser vista como una figura de autoridad ante los demás.

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