Afortunadamente, ya son muchas las personas conscientes del impacto dañino que producen ciertos plásticos en el sistema hormonal (los denominados disruptores endocrinos), pero también existen otras muchas sustancias capaces de alterar y enfermar dicho sistema, como algunos medicamentos, pesticidas, cosméticos, determinados comestibles… Sin embargo, la causa más profunda (más allá del plano físico) de estos desequilibrios hormonales tiene que ver con heridas no sanadas o conflictos no resueltos con la figura de la padre y de la madre.
En esta ocasión, vamos a ver unos cuantos ejemplos de cómo un déficit de hormonas puede afectar al ser humano (tanto a hombres como a mujeres), particularmente, en su personalidad, en su comportamiento y en sus relaciones con los demás.
Cabe señalar que tanto hombres como mujeres poseemos hormonas masculinas y femeninas. En un hombre sano y equilibrado, de manera natural, predominarán las hormonas masculinas frente a las femeninas; mientras que en una mujer será justo al contrario.
UN DÉFICIT DE HORMONAS MASCULINAS PUEDE ACARREAR:
• Dificultad para abrirse camino en la vida.
• Inseguridad, desconfianza, indecisión.
• Conflicto profundo con la palabra lucha.
• Excesivos miedos.
• Carácter melancólico, retraído, tímido.
• Imposibilidad de alcanzar el éxito.
• Incapacidad para defenderse ante una agresión.
• Dificultad para tomar la iniciativa.
• Dificultad para marcar límites.
• Pereza, vagancia, indolencia.
• Dificultad para ejercer el liderazgo.
• Conflictos con la autoridad.
• Falta de autocontrol.
• Falta de sinceridad.
• Exceso de emocionalidad.
• Inmadurez, infantilismo, pusilanimidad.
• Incapacidad para confrontar.
• Sumisión, obediencia, debilidad.
• Dificultad para pasar a la acción.
UN DÉFICIT DE HORMONAS FEMENINAS PUEDE ACARREAR:
• Dificultad para perdonar.
• Falta de empatía con los demás.
• Ausencia de instinto maternal.
• Dificultad para escuchar a los demás.
• Falta de consideración y de respeto.
• Despotismo, tiranía, autoritarismo.
• Agresividad, crueldad o sadismo.
• Exceso de intelectualismo.
• Vivir en la escasez.
• Incapacidad para conectar con las propias emociones.
• Carácter frío y distante.
• Dificultad para cuidarse.
• Abusar de los demás.
• Comportamientos adictivos, dependencias.
• Falta de sensibilidad y de delicadeza.
• Falta de comprensión y de compasión.
• Egoísmo, egocentrismo, narcisismo.
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