La falta de amor enferma. Pero esto no significa, necesariamente, que vayamos a enfermar si nadie nos ama. Más bien, significa que fácilmente podríamos enfermar si no nos amamos a nosotros mismos. Pero mejor veámoslo con algunos ejemplos.
Nos alejamos del amor y nos acercamos a la enfermedad cuando:
- No adquirimos el hábito cotidiano de cuidarnos.
- Nos empeñamos unilateralmente en reavivar una relación de pareja o de amistad que ya está extinguida.
- Todos los días nos entregamos a un trabajo que detestamos profundamente y que sólo realizamos por dinero.
- Pasan los días y no dedicamos ningún tiempo a disfrutar.
- Pretendemos controlar la vida de los demás.
- Carecemos de empatía con nuestros semejantes.
- Tratamos de forma irrespetuosa o desconsiderada a los demás.
- No nos ocupamos de sanar heridas o traumas del pasado.
- Adquirimos la tendencia de hablar mucho más que de escuchar.
- Creemos que la vida es injusta con nosotros y nos sentimos sus víctimas.
- Evitamos relacionarnos con los demás, así como tener una vida social rica y diversa.
- Nos enfocamos sistemáticamente en la parte más oscura de la vida.
- Nuestra vida cotidiana está marcada por el conflicto o el miedo.
- Vivimos en una soledad no deseada.
- Tendemos a priorizar el bienestar de los demás al nuestro.
Si el amor se va puedes morir en vida y continuar vivo
ResponderEliminarAsí es. Una vida sin amor es como estar muerto.
EliminarTotalmente de acuerdo. Una vida sin amor es como vivir muerto.
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