Doloroso pero nada grave


Tengo una amiga que trabaja en una oficina, entre ocho y diez horas al día, frente a un ordenador. Con la mirada fija en la pantalla. Y el caso es que el otro día contacta conmigo, muy asustada, justo después de haber pasado unas horas en la playa.

Me comentó que se colocó boca abajo, con la cabeza girada hacia un lado, que se quedó dormida durante casi una hora y que al despertarse tenía un dolor tremendo en el cuello, que casi no podía mover la cabeza. Horas más tarde, me contó que le había salido un bulto del tamaño de un huevo de cordorniz en el cuello, cerca de la nuca, y que aparte del dolor, que era muy intenso, estaba muy preocupada, por si era algo malo.

Total, que a última hora de la tarde paso por su casa y compruebo que, efectivamente, tiene un bulto prominente cerca de la nuca, que apenas puede mover la cabeza y que acusa un dolor muy intenso cuando trata de girarla.

La conclusión fue clara: mi amiga no acostumbra a girar mucho la cabeza porque pasa muchas horas delante del ordenador, pero ese día que fue a la playa se tumbó bocabajo y la giró mucho más de lo habitual para acomodar la cabeza en el suelo. Entonces, se quedó dormida casi una hora en la misma postura. De tal forma que ese estiramiento prolongado (distensión) le provocó la rotura de algunas fibras musculares (algo muy doloroso pero nada grave), lo que, a su vez, produjo una inflamación local que adquirió la forma de un bulto.

Le recomendé ponerse arcilla en la zona afectada, alternando con una crema homeopática rica en árnica, que pudo comprar en una farmacia.

Ya han pasado cinco días y ni rastro del problema.

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