Cuando te comprometes y trabajas para alcanzar tus objetivos, tu proceso hacia la sanación es muy enriquecedor.
Soy Pilar, y a continuación os cuento mi experiencia con Carlos.
Lo conocí hace muchos años, había ido a alguna conferencia suya, lo seguía en su web, pero nunca había tenido la necesidad de ir a su consulta. Un día me di cuenta de que no sabía comer, estaba desorientada, necesitaba a un profesional que me ayudara, que me guiara. Mi tensión estaba alta y tenía el colesterol alto, aparte de un estreñimiento que me incomodaba bastante. Algo estaba haciendo mal. También tenía una tos molesta y manchas en el cuerpo producidas por las pastillas.
Decidí ir a la consulta de Carlos porque veía que era una persona muy coherente, equilibrada, con mucha sabiduría y con mucha pasión hacia su trabajo. Eso me daba mucha confianza. Me sentí cómoda en todo momento. Y bendigo ese día porque me cambió la vida.
Aprendí que los traumas y carencias que hemos vivido en la infancia repercuten en nuestra personalidad manifestándose en conductas y hábitos que nos van a condicionar la vida, por ello hay que sanar a nuestro niño interior. Y también, la importancia de sanar las relaciones con los padres, para tener la suficientemente fortaleza y delicadeza, entre otras cosas, para afrontar las situaciones que se nos van presentando.
Con las herramientas adecuadas que me indicó Carlos fui sanando esas heridas de la infancia. También, empecé a tomar Olife, una infusión “fría” de hojas de olivo y flores de caléndula, completamente natural, y con una gran cantidad de propiedades. Y en un par de meses pude disfrutar de los muchísimos beneficios de este producto.
Carlos también me enseñó cómo combinar correctamente los alimentos. Me dio unas pautas y recomendaciones, cambié hábitos, todo ello sin sacrificio, al contrario, muy fácil. Y sin buscarlo perdí 5 kilos que me sobraban. A los pocos días, el estreñimiento desapareció y mis digestiones perfectas.
Igualmente, aprendí estrategias para una comunicación más empática, constructiva y amorosa, que de eso escasea en este mundo. Más tarde, hicimos un viaje cuántico guiado por él para regular la tensión, y después los hice yo sola durante unas semanas para reforzarlo.
Han pasado unos meses y puedo decir que no tomo ninguna pastilla, mi foco de atención ha cambiado, ya que la mente es muy poderosa y maravillosa. Somos creadores de la realidad, podemos transformarla y así lo hemos hecho.
Sólo tengo palabras de agradecimiento para Carlos. Ahora, me veo más bella, sí, pero por dentro y por fuera, llena de energía, alegría y con mucha paz. He aprendido a quererme un poquito más y mi camino acaba de empezar.
Os lo recomiendo.
Pilar Martín
naturalookvalencia@gmail.com
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