Inconsciente y destino

Todo lo que experimenta un ser humano a lo largo y ancho de su vida es el resultado de la suma de su mente consciente (como la parte visible del iceberg) e inconsciente (la parte sumergida). Y, en la mayoría de seres humanos, lo que predomina en la configuración de su destino son los eventos resultantes de la mente inconsciente. Por eso, vivimos en una sociedad mayormente inconsciente.

El inconsciente es la parte de nuestra mente que alberga, por así decirlo, todos los programas que hemos aprendido, especialmente, desde que nacemos hasta que cumplimos unos siete años. Sobre todo, mediante la interacción con nuestros padres y también a través de experiencias que implican cierta carga o impacto emocional (humillaciones, abandonos, pérdidas, traiciones, etc.).

A continuación, veremos algunos ejemplos de programas inconscientes y cómo pueden llegar a condicionar la vida de un ser humano.

P.I.I.= Programas inconscientes aprendidos en la infancia.
R= Resultado en la vida del adulto.


PII: El dinero cuesta mucho de ganar. El dinero no lo regalan. El dinero corrompe a la gente.
R: Conflictos con el dinero. Trabajar mucho para ganar poco. Dificultad para tener una vida abundante y próspera. Vivir con escasez o precariedad.

PII: Las mujeres son muy volubles. Todos los hombres son infieles. No hay quien entienda a las mujeres. A los hombres sólo les interesa el sexo.
R: Dificultad para tener una pareja estable. Conflictos y discusiones recurrentes. Infidelidades. Falta de comprensión, de entendimiento o de diálogo. Separaciones, divorcios, rupturas sentimentales.

PII: Si no te abrigas bien, te constiparás. Las manos sucias tienen gérmenes. Tómate tus vitaminas para estar fuerte. Si no te haces tu revisión anual podrías enfermar gravemente y no saberlo. Estamos rodeados de microbios que pueden matarnos.
R: Salud débil. Hipocondria. Sistema inmunitario deficiente. Propensión a las infecciones.

Como decía al principio, en la mayoría de las personas tienen mucho más peso en sus vidas los programas inconscientes que las decisiones conscientes.  Y de ahí surgen los mecanismos de autosabotaje que muchas veces alejan al ser humano de alcanzar sus objetivos más nobles.

Por eso, es esencial limpiar y sanar la mente inconsciente. Para eliminar todos esos obstáculos invisibles pero contundentes que nos dificultan o impiden tener una vida saludable, armoniosa y próspera.

En eso consiste ser consciente.

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