Cuidado con el esmalte para las uñas

 

Muchos esmaltes para las uñas contienen sustancias altamente tóxicas. Especialmente:

    • FORMALDEHÍDO. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer clasifica este producto como cancerígeno desde 2004.
    • FTALATO DE DIBUTILO (DBP). Está considerado un disruptor endocrino (afecta al funcionamiento de las hormonas). Los disruptores endocrinos entrañan más riesgo durante el embarazo porque pueden afectar al feto y, por ejemplo, aumentar el riesgo de cáncer de mama en la edad adulta.
    • TOLUENO. Esta resina facilita la aplicación del esmalte. Es irritante y aumenta el riesgo de alergias cutáneas y respiratorias.

Los esmaltes menos tóxicos:

    • BASE ACUOSA. En general, los esmaltes que llevan menos tóxicos son los de base acuosa porque deshidratan menos la uña. Son menos habituales y la manicura, en general, dura menos que con los esmaltes tradicionales.
    • ORIGEN NATURAL. Otra opción son los esmaltes de uñas que reivindican un alto porcentaje (entre 80% y 90%) de origen natural. Los comercializan marcas pequeñas dirigidas a un público que busca este tipo de productos.
    • LOS “FREE” (LIBRES DE TÓXICOS). Los esmaltes que se publicitan como “7-free”, “8-free” o “9-free”. Quiere decir que han sustituido los ingredientes más tóxicos por otros que son más respetuosos con la uña y la salud.

En España existen algunas marcas que reducen considerablemente esa carga tóxica. Ejemplos (os las ordeno de menos a mayor salubridad):

    • Deborah Lippmann: “7-free”.
    • Handmade Beauty: “7-free”.
    • MIA Cosmetics: “9-free”.
    • Kia-Charlotta: “14-free” (la menos tóxica de todas las enumeradas).

Si después de aplicarte el esmalte utilizas una lámpara UV para el secado, ten en cuenta que 10 minutos bajo esa lámpara equivalen a 24 horas bajo un sol directo. Y recibir altas dosis de radiación ultravioleta pura durante un tiempo prolongado puede provocar daños en el ADN.

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