¿Por qué cada vez más gente sufre de parásitos?

 

 

En los últimos tres años, he notado un incremento considerable de personas que vienen a mi consulta padeciendo distintos tipos de parásitos, siendo que algunas de ellas ya habían probado determinados métodos naturales por su cuenta para combatirlos, incluso con bastante éxito. El problema era que en algunos de esos casos los parásitos terminaban apareciendo nuevamente, más tarde o más temprano. Con lo cual, los afectados experimentaban una especie de bucle, alternando etapas de sentirse bastante bien con otras en las que los síntomas les incomodaban o perjudicaban, incluso gravemente.

Pero, ¿por qué cada vez más gente sufre de parásitos?

Es normal que un organismo vivo pueda albergar de forma natural cierto número de parásitos internos sin que ello suponga un problema. También podemos vernos expuestos a parásitos externos que entren en nuestro cuerpo y se multipliquen. En cualquier caso, el sistema inmunitario se encarga de mantenerlos a raya para que no proliferen y para que no supongan una amenaza para nuestra salud.

Llegados a este punto, conviene comprender que tanto nuestro cuerpo como nuestro sistema inmunitario son un reflejo muy preciso de lo que nosotros somos (nuestra personalidad) y de cómo actuamos en nuestra vida. Insisto: un reflejo muy preciso. De hecho, cuerpo y actitud van en paralelo. Y el sistema inmunitario tiene muchísimo que ver con la asertividad, que es la capacidad de marcar límites (fronteras, líneas rojas...) y defender nuestro territorio de una forma equilibrada. Por consiguiente, si no somos asertivos, por muchos alimentos sanos que comamos, y por mucho ejercicio que hagamos, no seremos capaces de tener un sistema inmunitario fuerte, que nos defienda cuando lo necesitemos.

Personalmente, no me sorprende que gran cantidad de personas sufran en la actualidad de parasitosis. Ya os digo: no me extraña en absoluto que sea un fenómeno tan extendido en nuestro mundo de dos mil veintitrés, y, sobre todo, y especialmente, en un país como España, en el que cada vez hay más parásitos.

Démonos cuenta de que un parásito es un individuo que vive a costa de los demás. Básicamente. Es decir, alguien que se aprovecha del trabajo de otro, de su esfuerzo, de sus recursos y de su dinero para vivir a cuerpo de rey, sin trabajar y sin aportar nada positivo a su huésped (al que parasita). De hecho, los parásitos no solamente viven de los demás sino que, de una manera u otra, les perjudican, les dañan, les debilitan; incluso pueden causarles la muerte. Por eso, el fenómeno del parasitaje está tan extendido en nuestro país. Y una gran parte de la sociedad lo consiente, lo normaliza y lo asume... pagando un alto precio por ello. Lógicamente.

El caso es que, como a mí me gusta ir a la raíz de los problemas, pues lo que hago en mis consultas es ayudar a mis pacientes con parásitos a que identifiquen qué personas o situaciones les parasitan en su vida cotidiana. Y luego les doy recursos para que aprendan a ser asertivos, para que sepan marcar límites y para que sean capaces de librarse, de una vez y para siempre, de todo aquello que les roba su alegría, su energía y su salud.

Y yo, por mi parte, disfruto enormemente viendo cómo se curan.

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