No es magia, es cuántica.

 

El zumo de remolacha recuerda a la sangre. Por eso, el zumo de remolacha purifica y fortalece la sangre.


A veces pienso un buen rato en alguien que hace tiempo que no veo y al cabo de un instante me llama por teléfono o me lo encuentro ese mismo día por la calle.


Cuando coges la fotografía de alguien y le hablas como si lo tuvieras delante, tus palabras le llegarán a su inconsciente… como si lo hubieras tenido delante.


Si escribes tu malestar en un papel y luego lo quemas, estarás quemando una parte de tu malestar.


Cuando conscientemente y con intención pongo mi mano en una parte sana de mi cuerpo y la otra en una parte enferma, estoy puenteando la salud hacia la enfermedad.


Si vomitas una comida es porque estás vomitando una situación que no podías digerir.


Todas las afecciones o enfermedades relacionadas con órganos pares (riñones, pulmones, testículos, ovarios, pechos…) están relacionadas con conflictos de PAReja o relaciones de proximidad.


El recurrir a la más mínima a las gafas de Sol delata un rechazo inconsciente a la LUZ (lo que nos ilumina y permite ver el camino) y a la figura del padre (el Sol es el padre, lo masculino; mientras que la Tierra es la madre, lo femenino).


El recurrir habitualmente a un calzado que nos aísla por completo del suelo delata un conflicto inconsciente con la figura de la madre (el suelo es la piel de la Madre Tierra).


Para mejorar nuestra visión conviene cambiar nuestro “punto de vista” sobre la realidad o sobre determinadas personas.


Si utilizo habitualmente un cuchillo que no corta bien me costará cortar con ciertas relaciones o situaciones.


Cuando voy a dormir, me ayuda el bajar las persianas de la casa, que son como los párpados de sus ojos (ventanas). Porque mi casa es mi proyección. Y dormir requiere tener los ojos bien cerrados.


Si me siento triste y tengo un espejo delante o al lado, el espejo multiplica mi tristeza.


El termo del agua caliente de una casa se estropea cuando a su dueño le falta calidez.


Evito dejar mi móvil cargando en el suelo para que mi comunicación con los demás no caiga en la bajeza ni en lo rastrero.


Cuando viajo al pasado con mi mente y me reconcilio con quienes me dañaron o hirieron mi presente cambia y mi vida sana.


Si no he actuado limpiamente con alguien, me ducho con agua caliente y dejo que mi suciedad se vaya por el desagüe.


Sonrío, aunque no tenga motivos, para que la vida me sonría.


Pienso en un problema que tengo y me río de él para quitarle peso en mi realidad, para deshacerlo, para debilitarlo y que se marche.

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