• Sentir que, más allá de lo material, mereces lo mejor en cada momento y concedértelo (autoestima).
• Darte cuenta de que los actos de los demás tienen un porqué (comprensión).
• Decirle una palabra cariñosa a alguien que no te cae bien (dulzura).
• Expresar una necesidad ante alguien sin avasallarle y sin quedarte cohibido (asertividad).
• Cuando eres capaz de ponerte en la piel del otro y, prácticamente, sentir lo que esa persona siente (compasión).
• Comportarte como una persona digna y respetable (honor).
• Cuando consigues quitarle importancia, o incluso reírte, de una situación muy desagradable que te afecta directamente (desdramatizar).
• Desear escuchar la verdad, sea cual sea, por encima de todo, aunque pueda dolerte (valor).
• Alinear tus palabras con tus pensamientos y tus acciones con tus palabras (congruencia).
• Mantenerte fiel a tus principios (rectitud).
• Desobedecer una orden, un mandato o una ley cuyo cumplimiento puede perjudicarte o perjudicar a terceros (integridad).
• Cuando eres capaz de reconocerte en tus limitaciones, en tus sombras o en tus peores miserias sin que se te caigan los anillos al suelo (humildad).
• Ser capaz de hacer reír a la gente sin ofender y sin dañar (humor).
• Cuando actúas con ética y moralmente, dando a cada uno lo que sientes que merece (justicia).
• Abrir un camino y avanzar hacia tus objetivos en medio de grandes desafíos o dificultades (lucha).
• Cuando te diriges a los demás con miramiento, consideración y deferencia (respeto).
• Si tienes una tendencia a tender puentes en vez de levantar muros entre los seres humanos (concordia).
• Cuando te vuelves amo y señor de tu vida y de tu destino (soberanía).
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