LA POLARIDAD MASCULINA (representada por la figura del padre).
- Es la que nos permite, a hombres y mujeres, ser capaces de luchar con valor (sin miedo) ante un gobierno tiránico, ante una injusticia, un atropello o un abuso reiterado.
- Nos da el impulso para pensar menos y actuar más.
- La fuerza y la perseverancia para seguir adelante pese a todo y pese a todos.
- Nos permite defender nuestro territorio y lo que es de nuestra propiedad.
- Es disciplina, rectitud y enfoque.
- Es autocontrol.
- Es honor y dignidad.
- Es instinto de protección.
- Es capacidad para correr riesgos cuando es necesario.
- Nos permite ser autónomos e independientes.
- Persigue la libertad ante todo.
- Nos da aguante y resistencia.
- Nos lleva a sacrificarnos a nosotros mismos por un bien mayor o por el bien común.
- Nos permite renunciar al beneficio a corto plazo, o al placer inmediato, en favor de un beneficio o una satisfacción a largo plazo.
- Nos impide dejarnos arrastrar por nuestras emociones.
- Nos faculta para ser fríos y calculadores cuando la situación lo requiere.
- Nos permite confiar en el futuro aunque no sepamos cómo llegar a él.
- Nos da la fuerza y el coraje para ser capaces de dar nuestra vida por los demás.
LA POLARIDAD FEMENINA (representada por la figura de la madre).
- Es la que nos permite, a hombres y mujeres, ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos.
- Actuar con dulzura y delicadeza.
- Comunicarnos amablemente con los demás.
- Mostrarnos permeables al cariño que nos dispensa la gente.
- Ponernos en el lugar de los que sienten dolor y sufren.
- Respetar a los demás incluso si no los sentimos afines a nosotros.
- Sonreír sin un motivo necesario.
- Desarrollar nuestra creatividad.
- Sacralizar a nuestros padres.
- Gozar de la belleza.
- Buscar la exquisitez y la impecabilidad en nuestros actos.
- Cuidar los detalles.
- Sentir compasión por los seres que nos rodean.
- Mantenernos alejados de la brutalidad, el salvajismo y la violencia innecesaria.
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