Cuando comprendes de verdad lo que significa vivir en un universo cuántico, las puertas de éste se te abren de par en par. A partir de ese momento, te das cuenta de que la vida puede ser completamente mágica, y que puedes transformarla a tu antojo usando consciente y sabiamente los decretos, los símbolos y las metáforas.
Tal que así, en nuestro universo cuántico:
· Escuchar el sonido del chorrito de una fuente es diurético.
· Tomar el Sol ayuda a sanar la relación con el padre.
· Comer vegetales rojizos contribuye a tener una sangre más fuerte, limpia y sana.
· Colocar una pirita (se parece al oro) en un lugar estratégico de la casa atrae el dinero.
· Cuando aprendemos a deshacernos de lo que nos sobra y perjudica, empezamos a superar el estreñimiento.
· Hacer una limpieza profunda en nuestra casa propicia la depuración de nuestro cuerpo.
· Tener una vida plena evita las carencias nutricionales.
· Restaurar fotografías antiguas de nuestros antepasados sana nuestro árbol genealógico.
Y por la misma regla de tres, sonreír a menudo, incluso sin motivo, es un factor que ayuda enormemente a que la vida nos sonría de vuelta. A fin de cuentas, los semejantes tienden a atraerse y a encontrarse.
Es la Ley de Atracción. Ni más ni menos.
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