Tal vez, en alguna ocasión, te hayas preguntado por qué en períodos de crisis económica global hay gente que gana mucho dinero, y no estoy pensando solamente en multimillonarios. Me refiero a gente normal y corriente, a gente de a pie. ¿Piensas que puede ser por suerte? ¿Y si yo te dijera que en la mayoría de esos casos es por actitud?
Lo que nos aleja de nuestros objetivos es la falta de coherencia y alineamiento entre PENSAMIENTO, PALABRA y ACCIÓN. ¿Qué quiero decir con esto?
Seguramente, si hicieras una encuesta callejera y le preguntaras a mil personas si desean tener o ganar más dinero, prácticamente todos te responderían que sí. Sin embargo, un gran número de ellos tendrían pensamientos, pronunciarían frases o ejecutarían acciones contrarias a su deseo... de forma inconsciente.
Si, efectivamente, lo que deseas es tener o ganar más dinero, es decir, disfrutar de una vida más próspera, o ser tú mismo un ser humano más próspero, entonces convendría que, por de pronto, revisaras tus creencias respecto al dinero. Por ejemplo: ¿Crees que es algo sucio? ¿Te da asco o miedo tocarlo? ¿Te lavas las manos después de manipular monedas o billetes? ¿Piensas que el dinero corrompe o que los ricos suelen ser indeseables?
Por otro lado, quizá estés acostumbrado a pronunciar frases como las que siguen. Unas frases muy comunes que, a buen seguro, te están alejando de esa prosperidad y abundancia que tanto deseas:
- No tengo dinero. Posiblemente, creas que es la frase que mejor define tu realidad, pero, además de eso, es un decreto. O sea, una orden que le estás dando a tu mente inconsciente. Y todo lo que le ordenas a tu mente inconsciente se lo toma muy en serio. Mejor sería decir algo como: Me encanta el dinero, o Amo el dinero, o Me gustaría tener mucho dinero.
- Este mes no puedo gastar dinero en ropa. Gastar es un verbo que implica tener cada vez menos (de lo que sea). Mucho mejor decir algo como: Este mes prefiero no invertir dinero en ropa.
- El dinero cuesta mucho de ganar. Pues, si así lo crees, así será. Tendrás que esforzarte mucho para ganar dinero. Mejor sería decir algo como: El dinero llega a mí fácilmente.
- El dinero no lo regalan. Pues entonces, olvídate de que alguien pueda regalártelo en lo sucesivo. Recuerda: lo has decretado. Mejor decir: Me abro a recibir dinero de forma inesperada.
- El dinero se gana trabajando duro. Lo mismo: vivirás lo que hayas decretado previamente.
Y por último: si constantemente estás viviendo con la emoción o el sentimiento de la escasez, no esperes atraer abundancia en tu vida. Es esencial que te sientas merecedor de la riqueza y que te trates a ti mismo con generosidad y con abundancia.
Repito: esencial.
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