Actitudes que fortalecen el sistema inmunitario



El sistema inmunitario es como un ejército cuya misión es defender un territorio (tu cuerpo) de enemigos hostiles (virus, bacterias, hongos, etc.). Y como cualquier ejército, tiene un general: tú mismo.

Sí, tú eres el general de ese ejército, y tus soldados (tus leucocitos) actúan tomándote a ti como referente y como líder. Es decir, si tú eres un general débil o cobarde, dominado por la inseguridad y el miedo, o no tienes conocimientos sobre estrategia militar (saber cómo cuidarte) difícilmente podrás ganar alguna batalla (infección).

Tengámoslo presente: tus soldados (leucocitos) esperan de ti que te comportes como un líder carismático, o sea, que tengas valor, confianza, fortaleza, coraje... y sabiduría. Porque a la hora de combatir (lidiar con los avatares del día a día), ellos se fijarán en ti, en tu ejemplo, en tu forma de actuar. Y tal como actúes tú, actuarán ellos. Ni más ni menos.

Ahora, paso a enumerarte algunas actitudes que definitivamente reforzarán tu sistema inmunitario:

  • Sobreponte al miedo. Afróntalo con valor, determinación y coraje.
  • Expresa tus deseos o necesidades con amabilidad pero con firmeza, es decir asertivamente (esto es algo ESENCIAL para que tu sistema inmunitario esté fuerte).
  • Cultiva y potencia tu autonomía y tu independencia.
  • Mantén tu espacio vital (tu territorio) libre de personas con las que no estés a gusto.
  • Entrena tu voluntad y tu disciplina para evitar tentaciones y hacer lo que más te conviene.
  • Camina erguido y sacando pecho (tu postura corporal delata tu actitud ante la vida).
  • Mantente alejado del conflicto y de personas conflictivas.
  • Elimina de tu vida lo que te sobra, lo que te lastra, lo que te causa pesar o infelicidad.
  • Procura sonreír la mayor parte del tiempo. Incluso cuando no haya motivo aparente para ello.
  • Aprende a cuidarte e invierte en tu salud (no ya tanto para curar sino para prevenir).
  • Pase lo que pase, conecta siempre con tu serenidad y con tu confianza.
  • Enfócate en tus objetivos, no en los obstáculos.
  • Recuerda que la virtud está en el término medio, nunca en los extremos.
  • Ten FE (siente que eres capaz de hacer/lograr algo aunque en ese momento no sepas cómo).

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