Saber marcar límites



En este vídeo, podemos observar cómo una madre marca límites a sus hijos, y en un lenguaje de ladridos y gestos claros y rotundos les dice algo como: "No soy una fábrica andante de leche. Soy vuestra madre, y ahora no es el momento de mamar".

De inmediato, los cachorros pasan del alboroto y del acoso a tomar distancia de ella y a adoptar un comportamiento manifiestamente sumiso: se echan en el suelo tranquilamente y esperan con paciencia que se dé un cambio de tercio.

Conforme pasan los segundos, la madre va teniendo algunos gestos de cariño hacia algunos de los cachorros, los cuales se mantienen sumisos en todo momento y sin perder la compostura.

Tal que así, esta perra puede identificarlos a cada uno de ellos, comprobar que están bien y esperar el momento oportuno (cuando ella lo estime conveniente, ni antes ni después) para que puedan mamar.

Toda una lección de ASERTIVIDAD para muchos padres de hoy en día, que viven tiranizados por sus hijos. Padres que confunden "libertad" con "libertinaje". Padres sin la suficiente autoestima y sin la necesaria capacidad de liderazgo. Padres que no saben amar a sus hijos.

Porque para que en una familia exista la armonía es imprescindible que cada miembro que la integra ocupe el lugar que le corresponde. Es esencial que se tenga en cuenta, y que se respete, el orden territorial y la jerarquía del grupo. A fin de cuentas, es lo que sucede en cualquier manada de animales, en cualquier tribu y en cualquier grupo humano que viva en armonía con la Naturaleza.

En una familia en la que los hijos son los que llevan la batuta y los padres los que obedecen sumisamente sólo se puede esperar el caos, el dolor y el sufrimiento.

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