Sembrar la semilla de la cordialidad


Las palabras "discordia" y "cordialidad" comparten un origen común, el vocablo "cor, cordis", que significa "corazón" en latín.

Cuando tenemos constancia de que entre dos personas hay diferencias, un conflicto, un distanciamiento o un enfrentamiento, podemos sembrar entre ambas la semilla de la discordia o la de la cordialidad.

Desde luego, esta última opción es la más difícil de todas, porque implica un trabajo personal, y, sobre todo, utilizar el amor desde la voluntad y como una herramienta de perdón, de transmutación, de acercamiento y de cohesión.

La primera opción, sin embargo, es la que utiliza la mayoría de la gente. Es la más cómoda, la más fácil. No requiere de ningún trabajo personal. No fomenta el perdón, la transmutación del conflicto, ni el acercamiento ni la cohesión de ambas partes. Y, por supuesto, prescinde completamente del amor.

Utilizar una u otra es decisión de cada uno. Simplemente, una elección.

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