Amado cuerpo:
Ahora mismo, no imagino cómo podría ser el vivir sin ti. Algunos dicen que sería maravilloso. Pero el hecho es que, desde que nací, me he acostumbrado a estar contigo. Y prácticamente, toda mi experiencia vital pasa por ti, en mayor o menor medida. Desde los placeres más intensos hasta el dolor más difícilmente soportable. A fin de cuentas, hemos compartido tanto juntos...
Gracias a ti, he podido interactuar con el mundo, con la vida, con los seres humanos, y he podido enriquecerme, crecer y evolucionar hasta el momento presente. Así que es justo decir que casi todo lo que yo soy y casi todo lo que atesoro como persona es gracias a ti.
El caso es que hace mucho tiempo que tomé conciencia de tu importancia y de lo esencial que eras para mí. Por eso, decidí empezar a cuidarte, a respetarte y a tratarte con amor; tal como mereces. Y seguramente por eso, lo que tú me devolviste fue salud, vitalidad y armonía.
Bien es cierto que hemos compartido algunos momentos complicados, pero siempre los hemos superado juntos confiando en la Madre Naturaleza, en nuestra sabiduría y en mi intuición. Lo que demuestra, una vez más, que el amor, cuando se utiliza de la manera adecuada, es capaz de cualquier cosa, incluso de superar los retos más desafiantes. Y es que nada es imposible para el que ama. Tú y yo lo sabemos.
Llegados a este punto, quiero decirte que me apetece dar un salto contigo. Un salto hacia delante y hacia arriba. Por eso, es mi propósito ocuparme de ti con más esmero todavía, y estar aún más atento a tus necesidades. En definitiva, volverme más exquisito para poder darte lo mejor de mí.
Mi deseo no es otro que alcanzar mayores cotas de bienestar en mi vida, disfrutar de una mayor plenitud, ser más feliz; y te necesito en armonía para conseguirlo. Así pues, que sepas que vas contar conmigo. Tienes todo mi apoyo. Y estoy aquí, con renovadas fuerzas, para honrarte, para respetarte y para cuidarte; cada día, mejor.
Gracias, de nuevo, de corazón, por sostenerme, por mantenerme vivo y por ser mi vehículo en este mundo y en esta época.
Sigo aprendiendo a amarte...
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