Esta tarde me ha venido una idea a la cabeza, algo en lo que no había pensado anteriormente.
Vamos a ver: si estamos de acuerdo en que recibes de la vida lo que tú le has dado a ella previamente, ¿qué ocurre si te encuentras en un momento en el que sientes que la vida no te "sonríe"?
Pues muy fácil: sonreírle tú a la vida. Literalmente: sonreír. Sonreír cada día más, aunque aparentemente no tengas motivos. Sonreír cada día a más personas, aunque no te caigan de maravilla.
Si te paras a pensarlo, descubrirás que sonreír es un hábito. Y si no lo tienes, lo puedes adquirir ejercitándolo.
La vida, seguro, te va a brindar un montón de ocasiones para empezar a practicar. Y ya verás cómo en unas horas, en unos días, la vida empieza a "sonreírte" a ti.
¿Acaso no recibimos de ella lo que le damos primero?
Pues eso.
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