Aquí hay tomate

Pocos vegetales son más exitosos en la cocina, y en el plato, que el tomate. Cosa comprensible, porque aparte de dar mucho juego, está delicioso.

Sin embargo, como otros muchos alimentos, conviene tomarlo de la forma más adecuada para que no perjudique a la salud y para poder beneficiarse de todas sus propiedades.

Así pues, del tomate os puedo decir por experiencia que:

  • Es mejor comerlo bien maduro que tirando a verde (el color verde, en ningún caso, corresponde al de un tomate maduro; y, por lo tanto, no es saludable comerlo de este modo).
  • Es muy recomendable pelarlo, ya que su piel no se digiere, y tenderá a fermentar, estropeando la digestión y generando gases y toxinas.
  • Combina fatal con los alimentos ácidos, como el vinagre o el limón (esto debe tenerse especialmente en cuenta para aquellos que quieran perder peso), como tampoco es recomendable mezclarlo con los almidones, como la patata, las coles o el pan (sin embargo, combina perfectamente con el pan tostado).
  • Es una solanácea, y, como tal, roba calcio del cuerpo, así que es conveniente comerlo con moderación (ni todos los días ni en grandes cantidades) junto con otros alimentos ricos en calcio, como el perejil, la cebolla o el hinojo.
  • Todas las propiedades que posee, incluyendo la de alcalinizar la sangre, se pierden cuando el tomate se cuece (si se hornea, aún peor). Entonces, se vuelve especialmente acidificante.
  • Combina estupendamente con el aguacate (y si a esta mezcla le añades perejil, aún mejor).
  • Es depurativo y muy rico en hierro.
  • No esperes propiedades, calidad ni buen sabor de un tomate que no sea ecológico, ya que los que se cultivan industrialmente han sido tratados con gran cantidad de productos químicos y madurados artificialmente con gases tóxicos.
  • Las mascarillas de belleza elaboradas con tomate natural ayudan a mantener el cutis estupendamente (sobre todo, el graso).

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