En esta época del año viene de maravilla tomar alguna bebida caliente para combatir el frío, o simplemente para experimentar una sensación placentera y reconfortante. Y si esa bebida es, además, saludable, ¿pues qué más se puede pedir?
Un buen ejemplo de ello podría ser el té kukicha, también conocido como té de tres años.
Es curioso que este té tan apreciado en occidente haya sido considerado en Japón (el lugar del que originalmente procede) como el té de los pobres, pues es el que preparaban los campesinos con las sobras del que cosechaban para vender.
Su proceso de elaboración es muy particular, porque implica preparar las hojas del té al vapor, separar las hojas de los tallos, secarlas al sol, envasarlas en bolsas de papel para que maduren durante dos o tres años y finalmente tostarlas.
Además de las características intrínsecas de la planta, el proceso de elaboración de la misma confiere a este té la propiedad que más le caracteriza: el ser altamente alcalinizante de la sangre (más que ningún otro té que se conozca).
Una dieta en la que abunden las carnes, los pescados, lácteos, comestibles refinados, o unos hábitos insalubres como masticar insuficientemente la comida, tomar postre o acostarse al poco de cenar favorecerán sobremanera la acidificación de la sangre. Una condición tan habitual como indeseable, ya que puede llegar a perjudicar de muy distinas maneras al organismo, provocando enfermedades, achaques, bajada de defensas y envejecimiento prematuro.
El té kukicha tiene también propiedades remineralizantes. Una taza de kukicha es una excelente fuente de calcio, zinc, selenio, cobre, manganeso y flúor. Además, es rico en vitaminas del grupo B (ideales para el sistema nervioso), vitaminas C y A, flavonoides y antioxidantes.
Yo sugiero prepararlo con agua a punto de hervir y dejarlo reposar durante diez minutos en un recipiente tapado. La dosis: una cucharada sopera bien colmada por litro de agua. Lo ideal sería preparar una cantidad tal que pueda tomarse unas tres veces al día.
Y después de una semana ya me contaréis sobre vuestros cambios...
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