Cuidado con los oxalatos

Recuerdo que hace algunos años me habían regalado espinacas ecológicas, así que decidí hacer al mediodía una superensalada con un gran montón de hojas de esta verdura y abundante remolacha rallada. La idea era que dicha ensalada acompañase al plato principal de la comida.

Sin embargo, a última hora del día noté un cierto escozor al orinar. Diría que ni siquiera llegó a ser una molestia, pero casi. Era una sensación extraña, como si la orina contuviera cristalitos microscópicos o algo así.

El caso es que me puse a investigar, porque aquello, además de anormal, me parecía algo poco deseable. Y claro: tenía que haber una explicación para el fenómeno.

La respuesta a mi inquietud tenía una palabra muy concreta: oxalatos.

Los oxalatos (sales de ácido oxálico) son unas sustancias propias de ciertos alimentos, y que podríamos denominar, con toda justicia, como antinutrientes, es decir, que dificultan o inhiben la absorción de otros nutrientes esenciales, como el calcio, el magnesio o el hierro, asociándose a ellos en forma de cristales que pueden, a su vez, confromar arenillas (con las consiguientes molestias al ser expulsadas por la uretra) o incluso cálculos renales. De hecho, uno de los componentes principales de las piedras del riñón son, precisamente, los oxalatos.

¿Y qué alimentos son ricos en oxalatos?

(De más a menos).

- ruibarbo,
- espinacas,
- remolacha,
- cacahuetes,
- chocolates y cacao,
- perejil...
¿Y cómo solucionarlo?

- Comer espinacas ocasionalmente y mezcladas con otras verduras variadas, como la cebolla o las coles.
- Tomar la remolacha en cantidades moderadas y no todos los días.
- Mejor las almendras, las nueces o las avellanas que los cacahuetes.
- Restringir el chocolate al mínimo (una cosa es que esté bueno, otra muy distinta que sea recomendable).
- Tomar el perejil con moderación (mejor sustituirlo por berros, canónigos o rúcula).

Por cierto, el sésamo o el tahin (puré de sésamo) ayuda en gran medida a contrarrestar los efectos desmineralizantes de los oxalatos, ya que es muy rico en calcio, hierro, magnesio y otros valiosos minerales. Pero también hay que tomarlo con moderación, pues es un alimento muy concentrado y nutritivo.

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