Nada que se manifieste en el Universo y que se encuentre en un estado de armonía puede entrar en crisis. Porque sería absurdo que lo que ya es armónico aspirase a alcanzar la armonía. En consecuencia, la crisis surge, precisamente, para reconvertir lo inarmónico en armónico. Y la prueba definitiva de que esto es así es que al incrementar lo suficientemente el grado de armonía de aquello que ha entrado en crisis, ésta termina desapareciendo (cumplido ya su cometido).
Según esta premisa:
- Una pareja entra en crisis (desencuentro, desamor, ruptura) cuando, en un punto determinado de su trayectoria, se pierde la armonía. Sin embargo, el cultivo y la potenciación del amor en cualquiera de sus facetas (respeto, comprensión, cariño, tolerancia, capacidad para escuchar, para perdonar, etc.) es lo que tenderá a favorecer el reencuentro, la reconciliación y la unión (armonía) entre ambas partes.
- Una idea, un planteamiento o un paradigma (el que dice, por ejemplo, que hombres y mujeres piensan y sienten de forma distinta y que, por tanto, están condenados a no entenderse jamás) entra en crisis (se devalúa hasta finalmente abandonarse) en el preciso instante en que se torna obsoleto y ya no puede aportar nada constructivo a quienes lo secundan o a quienes pretenden su arraigo.
- Un ser humano entra en crisis (malestar, confusión, depresión, enfermedad=inarmonía) cuando actúa contrariamente a su esencia (luz, amor, libertad), un hecho que le condicionará, de un modo u otro, para que reconduzca su actitud hasta que ésta le sitúe en un estado superior de bienestar (armonía).
- Una empresa entra en crisis cuando, más allá de los criterios mercantilistas y financieros que la rigen, y más allá de la coyuntura político-social-económica que la envuelve, deja de ofrecer un producto o servicio que aporte armonía a los consumidores, o bien porque quienes la regentan anteponen el propio ego (individual/colectivo) al bienestar común en sus planteamientos y decisiones.
- Un país entra en crisis cuando el conjunto de sus ciudadanos actúa de un modo contrario al bienestar social, anteponiendo los intereses individuales (ganar dinero a costa de lo que sea, pisar al otro para no ser pisado, actuar agresiva o violentamente con quien lo merece, etc.) al espíritu de la comunión (común+unión) y de la fraternidad entre las personas.
- La Humanidad entra en crisis (financiera, de valores, ecológica, humanitaria...) cuando su modus vivendi (y operandi) implica, comoquiera que sea, actuar contra natura; es decir, en contra de la Naturaleza, de sus leyes y del propio ser humano (hermano contra hermano), como parte de la Naturaleza que es.
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