
A continuación, algunos ejemplos sacados de la realidad:
- Lamento haberte hecho daño. Te pido disculpas. Dime, por favor, qué podría hacer para que te sintieras mejor.
- Estoy convencido de que a pesar de las dificultades puedes conseguirlo y tener un gran éxito.
- Me encanta estar contigo. Me llena de satisfacción y me enriquece.
- Aunque tengamos nuestras diferencias, me gustaría que supieras que puedes contar conmigo.
- No estoy de acuerdo contigo. Ni me identifico con tu manera de llevar esta situación. Pero te aprecio de todos modos.
- Lo que has hecho me ha dolido, pero estoy seguro de que juntos podemos encontrar la manera de evitar que se repita.
- Si dudas, elige el camino del corazón.
- Te agradezco enormemente todo lo que has hecho por mí. Ha sido una suerte haber contado con tu ayuda.
- Reconozco que me equivoqué al tomar esa decisión, pero me perdono por ello. En aquel momento no supe hacerlo mejor.
- Me siento orgulloso de que seas mi amiga, y de contar en mi vida con una persona como tú.
- Ha hecho un magnífico trabajo, doctora. Le debo mucho por haber arreglado mi brazo y por haberme permitido volver a hacer una vida completamente normal.
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