Donde se pongan las hojas de remolacha que se quiten las espinacas

¡Che!, qué manía con ir a la verdulería y decirle al empleado (me gusta más esta palabra que dependiente, que me suena fatal; aunque no tanto como dependienta) Quítame las hojas y déjame el cogollo. O bien: Córtame la parte de arriba de los puerros que si no no me caben el carrito.

¿Pero esto qué es, el mundo al revés? Habráse visto...

O sea que, en pleno mes de agosto, cuando el Sol más calienta, cuando todos los animales se ponen a cubierto... ¡vamos a la playa a freírnos! O cuando en las listas electorales de un partido hay decenas de imputados por corrupción, ¡hala, volvamos a votarles! Como si no pasara nada.

Pero es que cuando veo una señora que le dice a la verdulera Quítame las hojas de la lechuga y déjame el cogollito es que... es que... se me cae el mundo encima.

Me quedo con ganas de decirle: Señora, sepa usted que el cogollo de la lechuga apenas tiene valor nutritivo, y, por si fuera poco, tiende a ser flatulento. Piénseselo bien, por favor, antes de volver a hacerlo. No desprecie la valiosísima clorofila que contienen las hojas exteriores. Ellas acumulan la energía solar, la vitalidad, las ganas de vivir... Pero claro, al final me muerdo la lengua y no se lo digo. Uno, que es educado.

En fin...

El caso es que los seres humanos somos... muy peculiares. Y a veces muy crédulos. Porque, por poner un ejemplo, en su día vimos los dibujos animados de Popeye, y cómo era capaz de dejar ko a Brutus después de comerse un par de botes de espinacas (si al menos éstas hubieran sido frescas...) pues terminamos pensando que las espinacas eran la repera. Pero, en realidad, no es para tanto.

En los dibujos no vimos a Popeye en la unidad de nefrología de un hospital. Quizá porque era un hombre muy fuerte y saludable. Pero fácilmente pudo haberle sucedido, habida cuenta de que la espinaca es una verdura rica en oxalatos, una sustancia de origen mayoritariamente vegetal que tiene tendencia a cristalizar y a formar cálculos en los riñones y en la vesícula.

Y no negaré que la espinaca sea rica en hierro, que lo es, pero las hojas de remolacha... la superan ampliamente, ¡y no contienen oxalatos!

Si vais a la verdulería o a la ecotienda (mucho mejor que a las grandes superficies), os recomiendo que pidáis a los verduleros que encarguen remolachas crudas (no cocinadas) y con sus hojas. Porque normalmente las remolachas se venden en manojos, y no cuesta nada dejárselas. Es más: cuesta lo mismo que quitárselas.

Luego, bastará ponerlas (hojas y tallos juntos) un par de minutos al vapor, o añadirlas al final de un guisado para aportar al plato excelentes nutrientes y un sabor de primera.

Y respecto a la parte superior de los puerros... sirven para hacer un caldo delicioso.

Lo digo por experiencia.

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