La dieta que voy a presentaros a continuación le fue dada a una mujer de 27 años que acudió al centro médico de una de las más prestigiosas compañías de seguros médicos de España con la intención de perder peso. Comentaros que, para no hacer este artículo demasiado extenso, sólo detallaré una de las distintas opciones para cada menú. Haré mis observaciones paralelamente en color rojo.
DIETA DE 1100 CALORÍAS
Lo que engorda no son las calorías sino la actitud de la persona (retener/soltar), el cómo combina los alimentos y ciertos hábitos.
DESAYUNO
Leche descremada con café y edulcorada con sacarina o aspartamo.
¿Desde cuándo es saludable la leche de vaca? ¿Y desde cuándo adelgaza? Tampoco se tiene en cuenta que el café engorda y mucho, que es muy tóxico y que combinado con la leche aún engorda más. Y respecto a la sacarina y el aspartamo, se sabe que ambos producen cáncer.
ALMUERZO
Café con leche y una pieza de fruta.
Más de lo mismo. A lo que habría que añadir que la fruta se vuelve muy tóxica, y engorda, si, y sólo si, se toma junto con otros alimentos.
COMIDA
Un plato de legumbres+uno de carne+ensalada+1 fruta.
Aquí, salta a la vista, no se tiene en cuenta la combinación de alimentos, ni que éstos sean integrales, ni se le indica al paciente qué hábitos debe seguir para que no le engorden (masticar adecuadamente o evitar siestas horizontales, por ejemplo).
MERIENDA
Dos yogures desnatados.
Resulta harto difícil perder peso si se toman lácteos de origen animal, ya sea por la carga tóxica que comportan (en el cuerpo de una persona con sobrepeso todo exceso de toxinas o de proteínas tenderá a ser convertido en grasas) y por su tendencia a producir estreñimiento (sobre todo, los yogures). Digo yo, ¿no sería infinitamente mejor tomar fruta?
CENA
Verdura a la plancha con pescado y fruta.
Sería perfecto si quitáramos la fruta.
No hace falta que diga que el profesional no tuvo en cuenta los aspectos psicoemocionales de la paciente, ni su actitud (dificultad para desprenderse, para fluir, para soltar la sobrecarga y la culpa) ni la cronología de su sobrepeso (en qué momento de su vida surge y en qué contexto).
Para poder ayudar a alguien en estas circunstancias hace falta tiempo (el necesario para conocer a fondo su caso), diálogo, visión de conjunto (holística), ser capaz de establecer una relación entre la forma de alimentarse, la salud y la actitud, y un programa de actuación que comprenda, ya no sólo la parte física, sino el universo psicoemocional del individuo.
DIETA DE 1100 CALORÍAS
Lo que engorda no son las calorías sino la actitud de la persona (retener/soltar), el cómo combina los alimentos y ciertos hábitos.
DESAYUNO
Leche descremada con café y edulcorada con sacarina o aspartamo.
¿Desde cuándo es saludable la leche de vaca? ¿Y desde cuándo adelgaza? Tampoco se tiene en cuenta que el café engorda y mucho, que es muy tóxico y que combinado con la leche aún engorda más. Y respecto a la sacarina y el aspartamo, se sabe que ambos producen cáncer.
ALMUERZO
Café con leche y una pieza de fruta.
Más de lo mismo. A lo que habría que añadir que la fruta se vuelve muy tóxica, y engorda, si, y sólo si, se toma junto con otros alimentos.
COMIDA
Un plato de legumbres+uno de carne+ensalada+1 fruta.
Aquí, salta a la vista, no se tiene en cuenta la combinación de alimentos, ni que éstos sean integrales, ni se le indica al paciente qué hábitos debe seguir para que no le engorden (masticar adecuadamente o evitar siestas horizontales, por ejemplo).
MERIENDA
Dos yogures desnatados.
Resulta harto difícil perder peso si se toman lácteos de origen animal, ya sea por la carga tóxica que comportan (en el cuerpo de una persona con sobrepeso todo exceso de toxinas o de proteínas tenderá a ser convertido en grasas) y por su tendencia a producir estreñimiento (sobre todo, los yogures). Digo yo, ¿no sería infinitamente mejor tomar fruta?
CENA
Verdura a la plancha con pescado y fruta.
Sería perfecto si quitáramos la fruta.
No hace falta que diga que el profesional no tuvo en cuenta los aspectos psicoemocionales de la paciente, ni su actitud (dificultad para desprenderse, para fluir, para soltar la sobrecarga y la culpa) ni la cronología de su sobrepeso (en qué momento de su vida surge y en qué contexto).
Para poder ayudar a alguien en estas circunstancias hace falta tiempo (el necesario para conocer a fondo su caso), diálogo, visión de conjunto (holística), ser capaz de establecer una relación entre la forma de alimentarse, la salud y la actitud, y un programa de actuación que comprenda, ya no sólo la parte física, sino el universo psicoemocional del individuo.
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