"El cuerpo susurra, dice o grita lo que la mente no puede o no quiere comprender".

Quienes leéis Saliment regularmente ya sabéis que, a través de los artículos que aquí escribo, comparto con vosotros/as mis experiencias en lo profesional y a veces, también, en lo personal. Sin embargo, a veces también comparto la de otras personas con cuya experiencia me identifico en mayor o menor grado.

Tal es el caso que nos ocupa hoy. Supuestamente (según indicaba en el correo que me ha enviado mi amiga Anaís), lo que sigue escrito en color rojo estaba escrito en un cartel de un consultorio terapéutico en Brasil (me costaría de creer que en dicho consultorio se practicara la medicina moderna). Una información que comparto en buena medida.

Un resfríado ocurre cuando el cuerpo no llora...
Un dolor de garganta aparece cuando no es posible comunicar las aflicciones...
El estomago arde cuando la rabia no consigue salir...
La diabetes invade cuando la soledad duele...
El cuerpo engorda cuando la insatisfaccion aprieta...
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan....
El corazón renuncia cuando el sentido de la vida parece terminar...
La alergia aparece cuando el perfeccionismo es intolerable...
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas ...
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza...
La presión sube cuando el miedo aprisiona...
Las neurosis paralizan cuando el niño interno tiraniza...
La fiebre sube cuando las defensas detonan las fronteras de la inmunidad....

¿Y tus dolores callados? ¿Cómo hablan ellos a tu cuerpo?

Pero cuidado... elige qué hablar... con quién hacerlo... dónde, cuándo y cómo.
Solo los niños cuentan todo, a cualquier hora, de cualquier forma...

Elige a alguien que pueda ayudarte a organizar las ideas, a armonizar sensaciones y a recuperar la alegría.

Todos necesitamos saludablemente de un oyente interesado.
Pero todo depende, principalmente, de nuestro esfuerzo personal para que se produzcan los cambios que deseamos en nuestra vida.


Para quien no conozca los ejes de mi trabajo le diré que uno de ellos es mi visión psicosomática de la enfermedad (conste que no tiene que ver con ningún enfoque de la Psicología). La Psicosomática es el estudio de la relación existente entre la mente/las emociones y el cuerpo. Y desde un punto de vista psicosomático la enfermedad no es otra cosa que la materialización en el cuerpo o en la mente de un conflicto no resuelto por el individuo.

Por consiguiente, y ahora según mi propia experiencia, si lo que alguien pretende es curarse de un problema de salud, convendría que se planteara un cambio de actitud, o, cuanto menos, en el área de su vida que se corresponda con la afección. Pondré algunos ejemplos basados en casos que he vivido en primera persona o que he conocido y estudiado de cerca:

- Para evitar un resfriado se requiere ser cálido (en vez de frío) cuando afloran ciertas tensiones en nuestras relaciones con los demás.
- Para evitar un dolor de garganta uno tiene que aprender a contar lo que le duele, en vez de tragárselo.
- Para evitar piedras en el riñón uno tiene que suavizar sus relaciones con los que tiene más cerca, evitando ser duro, arisco o hiriente.
- Para evitar un cáncer de pecho una mujer deberá evitar tomarse ciertos asuntos muy a pecho y trascender el resentimiento (particularmente, en situaciones relacionadas con la pareja).
- Para evitar la anemia uno debe volverse como el hierro (duro, fuerte, tenaz, resistente; en contraposición a tener la sangre de horchata) y adquirir Fe (con mayúsculas) en sí mismo.
- Para evitar la fibromialgia una mujer debe replantearse en profundidad su visón de la realidad (especialmente, en lo relativo al entorno familiar), de tal manera que consiga vivirla de un modo en que no haya un montón de situaciones que le duelan.
- Para superar el sobrepeso uno tiene que quitarse muchos pesos de encima y sentir que es una persona de peso (importante=autoestima alta).
- Para evitar el dolor de espalda hay que quitarse de la misma las pesadas cruces (exceso de responsabilidades, orgullo, culpa).
- Para evitar el Alzheimer uno tiene que sacar lo mejor de su niño interior (sinceridad, espontaneidad, capacidad para soñar, etc.) y aprender a olvidar (perdonar).
- Para evitar las infecciones asociadas a los órganos sexuales uno debe practicar el sexo con amor y con el corazón.
- Para evitar problemas digestivos uno tiene que aprender a digerir muy bien la vida y las distintas situaciones que ésta nos da a experimentar en el día a día y en nuestra interacción con los demás.
- Para evitar problemas cardíacos uno tiene que aprender a amarse (es decir, a cultivar al máximo la autoestima) y abrir su corazón (fijaos que cuando una persona tiene una enfermedad cardíaca grave a menudo se ve en la necesidad de ser operada a corazón abierto).

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