Orthós es una palabra griega que significa correcto, mientras que trophé significa alimento. Por consiguiente, ortotrófico significa, literalmente, el alimento correcto.
El doctor Herbert M. Shelton, insigne naturópata y practicante de la alimentación natural, acuñó este término en el siglo pasado para referirse a una correcta combinación de alimentos. Se basó en estudios científicos ampliamente contrastados y en una dilatada experiencia en el campo de la fisiología humana. De hecho, los principios de salud que el propugnó constituyen un referente para saber cuál es la mejor manera de combinar los alimentos.
La fruta, por ejemplo, es uno de los más saludables que puede ingerir una persona. Da energía, aporta vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos, enzimas, fibra, está viva, y, por si fuera poco, no requiere de digestión. Pero sí que requieren de digestión la inmensa mayoría de alimentos que se toman en una comida. Por eso, cuando se toma la fruta como postre, fermenta y produce toxinas. Toxinas que luego serán absorbidas en el intestino y transportadas por el torrente sanguíneo hasta llegar a las células (las cuales terminan degenerando y enfermando). Y claro, nuestras células no quieren toxinas; quieren nutrientes de calidad. Es lo que necesitan para disfrutar de salud y para poder realizar normalmente todas sus funciones.
Asimismo, una persona que tenga tendencia al sobrepeso tendrá serias dificultades para perderlo y no recuperarlo si no aprende a combinar adecuadamente sus alimentos, ya que las toxinas engordan.
El que sigue a continuación sería un ejemplo de menú insalubre y no ortotrófico:
- Ensalada (tomate sin pelar, lechuga, zanahoria, cebolla, manzana, pasas y atún).
- Arroz a la cubana (con tomate frito y huevo).
- Fiambre y/o queso.
- Fruta.
- Café.
Un tipo de menú que tendería a:
- engordar a quien padeciera de sobrepeso,
- producir fermentaciones, toxinas y gases;
- provocar una digestión lenta y pesada,
- disminuir la energía, el ánimo y el buen humor;
- desencadenar problemas de salud y efermedades a largo plazo.
El que sigue a continuación, sin embargo, constituiría un claro ejemplo de menú saludable y ortotrófico:
- Ensalada (lechuga, calabacín rallado, zanahoria, apio y unas pocas aceitunas).
- Arroz con verduras (cebolla, hinojo, y col lombarda) regado con una salsa de aguacate y remolacha.
- Infusión (corta) de hierbaluisa, manzanilla y regaliz.
A través de mi experiencia y la de mis alumnos/as doy fe de que mediante la correcta combinación de alimentos:
- pierde peso quien lo necesita,
- se evita la formación de gases,
- las digestiones son más ágiles y ligeras,
- la salud y el ánimo mejoran
- y el cuerpo adquiere mayor vitalidad y juventud.
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