Una posible respuesta a esta interesante pregunta podría ser: Una imagen vale más que mil palabras. Y aunque a mí me gustan mucho las palabras (no más que los hechos), reconozco que algunas imágenes pueden resultar de lo más elocuentes.
El caso es que hace unos años el afamado fotógrafo, Peter Menzel, decidió viajar por el mundo y fotografiar a 30 familias de 24 países. La idea era retratar a sus miembros junto a la comida que consumirían esa semana, además de tomar nota del gasto por cada una de las familias. El libro se llama Hungry Planet.
Lo cierto es que, además lo llamativas y peculiares que resultan estas fotografías, sorprende mucho las diferencias entre un país y otro. Y no menos curioso es el observar qué tipo de alimentos predominan en cada caso, en qué cantidad y lo que acostumbran a escasear los vegetales (fuente de salud) en la mayoría de países desarrollados frente al predominio de éstos en zonas más subdesarrolladas del planeta.
Comoquiera que sea, que cada cual saque sus propias conclusiones.
El caso es que hace unos años el afamado fotógrafo, Peter Menzel, decidió viajar por el mundo y fotografiar a 30 familias de 24 países. La idea era retratar a sus miembros junto a la comida que consumirían esa semana, además de tomar nota del gasto por cada una de las familias. El libro se llama Hungry Planet.
Lo cierto es que, además lo llamativas y peculiares que resultan estas fotografías, sorprende mucho las diferencias entre un país y otro. Y no menos curioso es el observar qué tipo de alimentos predominan en cada caso, en qué cantidad y lo que acostumbran a escasear los vegetales (fuente de salud) en la mayoría de países desarrollados frente al predominio de éstos en zonas más subdesarrolladas del planeta.
Comoquiera que sea, que cada cual saque sus propias conclusiones.
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