Ayer viernes, a las siete de la tarde, impartí una conferencia que llevaba por título La casualidad no existe y donde compartí con el público asistente mi visión simbólico-metafórica sobre algunas cuestiones relacionadas con la alimentación, distintas enfermedades y sus síntomas y determinados aspectos de la vida.
Debido a la amplia difusión que tuvo el evento y al gran interés que éste despertó en la gente, acudieron al Centro Yam más de 100 personas. Y dado que la sala principal estaba al doble de su capacidad, y lleno hasta los topes el vestíbulo del local, hubo más de 30 personas que no pudieron entrar. Algo que lamento de corazón.
El caso es que, conforme se acercaba el momento de la conferencia, se veía venir la situación, la cual se hizo inevitable porque no hubo forma de ponerse en contacto con toda la gente para avisarla. En particular, con la de algunas redes sociales.
No obstante, di mi palabra de que para la gente que finalmente no pudiera entrar a la misma, por la saturación del aforo, impartiría otra en breve. Y, por supuesto, así lo haré.
Por lo demás, fue un gran éxito. Y ya no sólo por la gran cantidad de asistentes, sino por la conexión que experimenté con el público (pienso, modestamente, que fue recíproca) y por la gran participación de éste, cuyos testimonios enriquecieron enormemente los momentos compartidos.
Así pues, reitero mi agradecimiento a todos/as los/as asistentes, al Centro Yam por abrirme sus puertas de par en par y a Edurne y Pili (terapeutas del centro) por su inestimable colaboración y apoyo. Me resultó una experiencia absolutamente maravillosa.
Quienes visitéis Saliment por primera vez, deciros que mis próximas conferencias, talleres y demás eventos serán anunciados aquí con suficiente antelación.
Nos vemos pronto.
Abrazos.
Debido a la amplia difusión que tuvo el evento y al gran interés que éste despertó en la gente, acudieron al Centro Yam más de 100 personas. Y dado que la sala principal estaba al doble de su capacidad, y lleno hasta los topes el vestíbulo del local, hubo más de 30 personas que no pudieron entrar. Algo que lamento de corazón.
El caso es que, conforme se acercaba el momento de la conferencia, se veía venir la situación, la cual se hizo inevitable porque no hubo forma de ponerse en contacto con toda la gente para avisarla. En particular, con la de algunas redes sociales.
No obstante, di mi palabra de que para la gente que finalmente no pudiera entrar a la misma, por la saturación del aforo, impartiría otra en breve. Y, por supuesto, así lo haré.
Por lo demás, fue un gran éxito. Y ya no sólo por la gran cantidad de asistentes, sino por la conexión que experimenté con el público (pienso, modestamente, que fue recíproca) y por la gran participación de éste, cuyos testimonios enriquecieron enormemente los momentos compartidos.
Así pues, reitero mi agradecimiento a todos/as los/as asistentes, al Centro Yam por abrirme sus puertas de par en par y a Edurne y Pili (terapeutas del centro) por su inestimable colaboración y apoyo. Me resultó una experiencia absolutamente maravillosa.
Quienes visitéis Saliment por primera vez, deciros que mis próximas conferencias, talleres y demás eventos serán anunciados aquí con suficiente antelación.
Nos vemos pronto.
Abrazos.
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