En las grandes superficies o almacenes, y en algunas ferreterías, podéis encontrar de distintos tamaños (desde unos compactos de medio litro hasta de 2 litros), formas y tipos. Personalmente, prefiero los que se basan en una ampolla de vidrio, porque aunque sean más frágiles conservan durante mucho más tiempo el calor que los metálicos. Y si hablamos de marcas, por calidad, diseño, variedad y precio, me quedo con Valira.
Por la mañana, al levantaros, podéis incorporar el líquido hirviendo, poco a poco, dentro del termo, y luego lo cerráis bien. De ese modo, podrá llegar a mantenerse muy caliente hasta por espacio de 8-12 horas. Casi una jornada entera. Y podréis echar mano de él en cualquier lugar, ya que existen varios modelos que incorporan una taza acoplada que se enrosca a modo de tapa. Como veis, un utensilio de lo más práctico.
¿Y qué tipo de líquidos saludables se puede incorporar dentro del termo?
- Infusiones (a las que podéis añadir algún endulzante natural, como la panela, la malta de arroz o la miel),
- leches vegetales (almendras, avellanas, arroz, quinoa, etc.),
- caldos de verduras (las combinaciones son muchas), a los que podéis añadir unas gotas de aceite y un poco de sal marina;
- café de cereales tostados (cualquiera de las muchas marcas que se encuentran en las herbodietéticas o ecomercados).
Os invito a que comprobéis lo rápido que se calienta el cuerpo cuando se toman una o dos tazas de líquido caliente.
En invierno, todo un placer. Sencillo, saludable y barato.
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