Ha llegado el momento de hablar de las que, sin duda, son las reinas de las verduras: las coles.
Estas plantas, originarias de Europa, se cultivan desde hace más de 4000 años. Unos vegetales cuya composición química y características orgánicas les confieren más propiedades que a ninguna otra planta comestible.
Se sabe que las coles son muy ricas en:
- calcio,
- azufre,
- clorofila,
- vitaminas A, D, E, del grupo B, C y U;
- magnesio,
- ácido fólico,
- fósforo,
- cobre,
- yodo.
Atendiendo a los distintos tipos:
- la col verde, la romanesco y el brócoli son ricos en clorofila;
- la col morada es rica en hierro y betacarotenos,
- la colifor es particularmente rica en calcio,
- el brócoli en vitamina C,
- las coles de bruselas en azufre.
Sus propiedades, al usarse como alimento:
- Antidiarreicas,
- antiartríticas,
- diuréticas,
- antiulcerosas (el jugo en crudo),
- antianémicas,
- ideales para afecciones respiratorias,
- antiinfecciosas,
- hepáticas,
- antibióticas,
- cicatrizantes,
- antigriposas,
- antiparasitarias,
- reguladoras de la tensión,
- expectorantes...
También son útiles para tratar:
- llagas (vía externa),
- los cálculos renales y la cistitis,
- el estreñimiento,
- herpes y eczemas (vía externa),
- dolores musculares,
- hemorroides (vía externa),
- varices, flebitis (vía externa);
- edemas,
- picaduras de insectos (vía externa),
- ciertas afecciones oculares (vía externa)...
Para uso interno, podéis preparar caldos a base de coles, cebolla y apio. Podéis combinarlas con verduras y con cereales (arroz, mijo, quinoa, etc.) o tomar su jugo mezclado con el de manzana y zanahoria. Para uso externo, suelen aplicarse las hojas o el jugo empapando una tela de algodón, a modo de cataplasma, sobre las zonas afectadas.
Observación: las coles son ricas en almidones, lo que las hace especialmente flatulentas. Esto puede evitarse cociéndolas hasta que su sabor se vuelva dulce (la coliflor, por ejemplo). Pero el brócoli y la col verde, sin embargo, deben quedar al dente para no perder la clorofila.
Estas plantas, originarias de Europa, se cultivan desde hace más de 4000 años. Unos vegetales cuya composición química y características orgánicas les confieren más propiedades que a ninguna otra planta comestible.
Se sabe que las coles son muy ricas en:
- calcio,
- azufre,
- clorofila,
- vitaminas A, D, E, del grupo B, C y U;
- magnesio,
- ácido fólico,
- fósforo,
- cobre,
- yodo.
Atendiendo a los distintos tipos:
- la col verde, la romanesco y el brócoli son ricos en clorofila;
- la col morada es rica en hierro y betacarotenos,
- la colifor es particularmente rica en calcio,
- el brócoli en vitamina C,
- las coles de bruselas en azufre.
Sus propiedades, al usarse como alimento:
- Antidiarreicas,
- antiartríticas,
- diuréticas,
- antiulcerosas (el jugo en crudo),
- antianémicas,
- ideales para afecciones respiratorias,
- antiinfecciosas,
- hepáticas,
- antibióticas,
- cicatrizantes,
- antigriposas,
- antiparasitarias,
- reguladoras de la tensión,
- expectorantes...
También son útiles para tratar:
- llagas (vía externa),
- los cálculos renales y la cistitis,
- el estreñimiento,
- herpes y eczemas (vía externa),
- dolores musculares,
- hemorroides (vía externa),
- varices, flebitis (vía externa);
- edemas,
- picaduras de insectos (vía externa),
- ciertas afecciones oculares (vía externa)...
Para uso interno, podéis preparar caldos a base de coles, cebolla y apio. Podéis combinarlas con verduras y con cereales (arroz, mijo, quinoa, etc.) o tomar su jugo mezclado con el de manzana y zanahoria. Para uso externo, suelen aplicarse las hojas o el jugo empapando una tela de algodón, a modo de cataplasma, sobre las zonas afectadas.
Observación: las coles son ricas en almidones, lo que las hace especialmente flatulentas. Esto puede evitarse cociéndolas hasta que su sabor se vuelva dulce (la coliflor, por ejemplo). Pero el brócoli y la col verde, sin embargo, deben quedar al dente para no perder la clorofila.
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