César Millán: el encantador de perros.

Hace un par de semanas, estaba comiendo solo al mediodía y decidí encender un rato la tele. El caso es que, no sé bien por qué, haciendo zapping, me llamó poderosamente la atención un programa que estaban emitiendo en Cuatro. Se titulaba El encantador de perros.

En cada episodio se pueden ver varios casos reales en los que dueños de perros contratan los servicios de César Millán, un renombrado adiestrador canino estadounidense de origen mexicano, para, como él mismo suele decir: Rehabilitar a los perros y adiestrar a sus dueños.

En cada programa, César Millán se centra en un animal problemático, estudia el caso, aplica sus reglas y marca los límites para que el perro pueda convivir perfectamente con la familia. Para lograr sus objetivos, será imprescindible que el animal se encuentre en un estado de calma. Y esto es lo que enseña Cesar Millán a los dueños: cómo obtenerlo y la manera de mantenerlo.

Desde luego, no es casualidad que este hombre tan singular, y solvente, haya alcanzado éxito a nivel mundial a través de su programa en National Geographic Channel, porque encarna a un individuo muy equilibrado, seguro de sí mismo, excelente conocedor de su trabajo, y, sobre todo, muy cariñoso con los animales. A este respecto, coincido con él cuando señala que el cariño no sólo consiste en procurar besos, caricias, abrazos o dulces palabras, el cariño también es darle a cada animal (o persona) lo que le corresponde para que se encuentre bien y para que alcance la armonía, el equilibrio y el bienestar en su vida... sin perjudicar a nada ni a nadie.

César Millán llegó como inmigrante ilegal a Estados Unidos a los 20 años (ahora tiene 38). Comenzó entonces trabajando como lavador y paseante de perros. Y ahora, casi veinte años después, se ha convertido en un personaje de éxito mundial con su propio programa de televisión (por el que ha recibido un Emmy) y en miembro honorario de la Asociación Internacional de Profesionales Caninos.

Lo más curioso, y lo que a mí más me fascina de él, es cómo este hombre consigue llegar a una casa y ver en los perros, casi al instante, la materialización de los conflictos de sus dueños. Los cuales, muy a menudo, le confirman asombrados sus conclusiones. Pero no menos asombroso que determinadas conductas de perros agresivos, arraigadas durante años, se vean corregidas con sus técnicas en pocos minutos; por ejemplo. Y, por supuesto, sin infligir daño alguno al animal.

En fin, que me parece maravilloso que exista un profesional de estas características, capaz de enseñar a los dueños a corregir los miedos de sus mascotas, su agresividad, o, en general, sus disfunciones conductuales... favoreciendo y alentando el crecimiento personal del propio dueño. Y es que los animales domésticos son el reflejo fiel, y la expresión viva, de nuestros propios conflictos e inarmonías.

Sólo me queda invitaros a que veáis algunos de los muchos vídeos en castellano de César que podréis encontrar en Internet. Es previsible que no os dejen indiferentes.


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