Ya han sido varios los artículos que he escrito en Saliment en relación con la psicosomática (o psicobiología): la ciencia que establece la correlación entre los síntomas de las enfermedades, los símbolos que representan y su correspondiente interpretación.
Además de un desequilibrio orgánico, la enfermedad, siempre, es la expresión de un conflicto no resuelto, que, en un determinado estadio, termina materializándose en el cuerpo. Esto es un hecho comprobable que cada vez está adquiriendo más y más peso, tanto en las medicinas y terapias naturales como en las convencionales.
En virtud de la experiencia que a lo largo del tiempo he ido adquiriendo en este campo, y habiendo observado a multitud de personas (entre familiares, amigos, alumnos y pacientes), he podido comprobar que, por ejemplo:
- Ante la fiebre, la pregunta que ayuda a entender su causa psicosomática es: ¿Qué (persona o asunto) me quema? ¿Qué cosa ha hecho o dicho alguien que me ha calentado en exceso (y no he canalizado adecuadamente)?
- Ante el dolor de espalda: ¿Qué constituye una sobrecarga en mi vida? ¿Cuál es esa pesada cruz que cargo a mis espaldas?
- Ante la tos o los estornudos: ¿Qué hay dentro de mí que debería expulsar (ideas, pensamientos)?
- Ante la pérdida de memoria: ¿Cuál es ese asunto tan importante que, de una vez por todas, debería olvidar? ¿Quién es esa persona a la que aún no he perdonado? ¿A quién le he dicho que nunca olvidaría el daño que me hizo?
- Ante el dolor de cabeza recurrente: ¿Cuáles son esos asuntos en los que suelo pensar y que, de un modo u otro, me hacen daño (o no me benefician en nada)?
- Ante el mal olor corporal: ¿Hay algo en mí que no huele demasiado bien?
- Ante la pérdida de visión: ¿Qué es eso tan importante que debería ver y algo en mí me impide ver?
- Ante la pérdida de audición: ¿Qué es lo que no quiero oír? ¿A quién no quiero escuchar?
- Ante el exceso de grasa en la piel: ¿Le falta aceite lubricante a mi vida?
- Ante las digestiones lentas: ¿Cuáles son esas vivencias que tanto me cuestan digerir?
- Ante la colitis o el colon irritable: ¿Cuáles son esas situaciones que no termino de asimilar porque me irritan?
- Ante los problemas en las articulaciones: ¿Me falta flexibilidad?
- Ante los problemas circulatorios: ¿Me falta desarrollar mi capacidad para fluir con los acontecimientos de la vida?
- Ante la pérdida de piezas dentales: ¿Acaso no mastico bien lo que vivo? ¿Qué me impide sacarle jugo a mis vivencias (aprender de ellas)? ¿Cuáles son esas historias que se me repiten una y otra vez? ¿Me falta el suficiente valor para comerme el mundo?
- Ante el hecho de morderse las uñas: ¿Hay ocasiones en las que debería sacar las uñas y no lo hago? ¿Me falta una cierta dosis de agresividad (entendida como brío o empuje para emprender algo y hacer frente a sus dificultades)?
- Ante la carraspera: ¿Qué es lo que me gustaría decir y que termino callándome?
Además de un desequilibrio orgánico, la enfermedad, siempre, es la expresión de un conflicto no resuelto, que, en un determinado estadio, termina materializándose en el cuerpo. Esto es un hecho comprobable que cada vez está adquiriendo más y más peso, tanto en las medicinas y terapias naturales como en las convencionales.
En virtud de la experiencia que a lo largo del tiempo he ido adquiriendo en este campo, y habiendo observado a multitud de personas (entre familiares, amigos, alumnos y pacientes), he podido comprobar que, por ejemplo:
- Ante la fiebre, la pregunta que ayuda a entender su causa psicosomática es: ¿Qué (persona o asunto) me quema? ¿Qué cosa ha hecho o dicho alguien que me ha calentado en exceso (y no he canalizado adecuadamente)?
- Ante el dolor de espalda: ¿Qué constituye una sobrecarga en mi vida? ¿Cuál es esa pesada cruz que cargo a mis espaldas?
- Ante la tos o los estornudos: ¿Qué hay dentro de mí que debería expulsar (ideas, pensamientos)?
- Ante la pérdida de memoria: ¿Cuál es ese asunto tan importante que, de una vez por todas, debería olvidar? ¿Quién es esa persona a la que aún no he perdonado? ¿A quién le he dicho que nunca olvidaría el daño que me hizo?
- Ante el dolor de cabeza recurrente: ¿Cuáles son esos asuntos en los que suelo pensar y que, de un modo u otro, me hacen daño (o no me benefician en nada)?
- Ante el mal olor corporal: ¿Hay algo en mí que no huele demasiado bien?
- Ante la pérdida de visión: ¿Qué es eso tan importante que debería ver y algo en mí me impide ver?
- Ante la pérdida de audición: ¿Qué es lo que no quiero oír? ¿A quién no quiero escuchar?
- Ante el exceso de grasa en la piel: ¿Le falta aceite lubricante a mi vida?
- Ante las digestiones lentas: ¿Cuáles son esas vivencias que tanto me cuestan digerir?
- Ante la colitis o el colon irritable: ¿Cuáles son esas situaciones que no termino de asimilar porque me irritan?
- Ante los problemas en las articulaciones: ¿Me falta flexibilidad?
- Ante los problemas circulatorios: ¿Me falta desarrollar mi capacidad para fluir con los acontecimientos de la vida?
- Ante la pérdida de piezas dentales: ¿Acaso no mastico bien lo que vivo? ¿Qué me impide sacarle jugo a mis vivencias (aprender de ellas)? ¿Cuáles son esas historias que se me repiten una y otra vez? ¿Me falta el suficiente valor para comerme el mundo?
- Ante el hecho de morderse las uñas: ¿Hay ocasiones en las que debería sacar las uñas y no lo hago? ¿Me falta una cierta dosis de agresividad (entendida como brío o empuje para emprender algo y hacer frente a sus dificultades)?
- Ante la carraspera: ¿Qué es lo que me gustaría decir y que termino callándome?
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