Pitas: comida lista en un abrir y cerrar de ojos

Llega la hora de cenar, después de un duro día de trabajo... y no apetece entretenerse en la cocina. Se presenta una excursión al campo... y se necesita una comida ligera. Domingo en la playa... ¿qué llevarse para comer que no abulte demasiado?

¿Solución?: unas socorridas pitas. Así de simple.

Preparad unas pocas verduras salteadas (cebolla, espárragos y berenjenas, por ejemplo), o bien una tortilla de puerros y calabacín, o una ensalada con salsa de yogur y aguacate. Os costará menos de 5 minutos. Luego, lo introducís en el interior de las pitas... y a comer.

¿Que sobra algo de comida al mediodía? Podéis guardarla y comerla con las pitas para cenar.

Para comer, acompañadas de una sencilla ensalada, para salidas al campo o a la playa sustituyendo a los clásicos bocadillos, para preparar una rapidísima cena, para darles de merendar a los críos, abiertas por la mitad como si fueran minipizzas... Podéis darles muchos usos. El límite es vuestra imaginación.

Las que os propongo, por supuesto, son integrales, ecológicas y sin aditivos. De la marca Golden Temple Kitchen.
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Producto cedido amablemente por la asociación de consumidores/as de productos ecológicos La Llavoreta.

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