¿Qué come el pueblo más longevo de la Tierra?

(La información que vais a leer a continuación fue debidamente comprobada in situ -y posteriormente publicada en distintas revistas médicas británicas- por el insigne médico inglés Sir Robert Mac Carrison (1878-1960), el cual convivió algún tiempo con el pueblo Hunza. También por Jerome Irvin Cohen, quien en 1940 dejó su trabajo para el Gobierno Federal de los Estados Unidos con vistas a dedicarse a la agricultura ecológica, y quien escribió, además, un libro titulado Los saludables Hunza, basado en testimonios de oficiales del ejército británico, destacado en su día en la zona).

¿Os imagináis un pueblo donde no existieran las enfermedades cardiovasculares ni el cáncer? ¿Donde sus habitantes no tuvieran nunca problemas en la vista, en el estómago o en los oídos? ¿Un pueblo donde, en realidad, no hubiera ninguna clase de enfermedad importante? ¿Cómo podría algo así ser posible?

Pues lo es.

El pueblo Hunza se encuentra ubicado en un valle en la Cordillera del Himalaya, al noroeste de Paquistán. La región forma un enclave entre el Pamir ruso, Afganistán y el Tibet. Un pueblo cuyos individuos, antes de 1920 (cuando entraron en contacto por primera vez con la civilización), conocieron una esperanza de vida superior a los 140 años. Incluso se reportaron casos de personas que rozaban los 200 años de vida.



¿Cuál es su secreto?

Trabajan en sus campos unas 10 horas al día y duermen 8, rezan, viven relajada y tranquilamente, en una sociedad donde no existe el dinero ni el crimen, y gozan de un carácter simpático, amable y siempre alegre. La riqueza se mide por la cantidad de albaricoqueros que uno posee, de los cuales extraen su principal fuente alimenticia: un tipo particular de albaricoques que comen de muy distintas maneras. Asimismo, los hunzas respiran un aire de alta montaña, completamente libre de contaminación y beben agua igualmente pura de manantiales.



Pero si atendemos especialmente a su dieta, podemos decir que:

- no contiene alimentos de origen animal (sólo un poco de leche de cabra que toman en contadas ocasiones),
- se alimentan, principalmente, de albaricoques y melocotones, de cuyas semillas extraen un aceite (muy rico en elementos antioxidantes, como la vitaminaE, y en vitamina B17, con una demostrada acción anticancerígena) que usan para aliños y para ungir su piel y su cabello ,
- todos los alimentos los comen crudos.

Aparte de las observaciones del pueblo Hunza que llevó a cabo Mac Carrison, efectuó algunos experimentos reveladores con ratas de laboratorio. Tomó dos grupos de animales. Las ratas alimentadas con la dieta hunza (sobre todo, zanahorias, fruta, cereales integrales y semillas) llegaban a vivir el equivalente a 120 años de un ser humano, y con una salud impecable, mientras que las ratas alimentadas con una dieta occidental estándar terminaban desarrollando cánceres y enfermedades cardivasculares (obesidad, infartos) en poco tiempo, envejecían prematuramente y desarrollaban una tendencia hacia comportamientos y actitudes mayormente violentos.

En este sentido, os puedo decir que en algunas cárceles de Estados Unidos también se pusieron en práctica algunos experimentos importantes, muy parecidos a los de Mac Carrison, con unos resultados similares: los reclusos que se alimentaban con una alimentación natural tendían a curarse de sus enfermedades y comentaban sentirse más tranquilos y relajados, aparte de ser menos violentos o agresivos.

A todo esto, podríamos añadir los experimentos del Premio Nobel de Medicina, Alexis Carrel, quien bajo los auspicios de la Fundación Rockefeller logró demostrar científicamente cómo células que eran alimentadas con nutrientes puros y a las que se les mantenía siempre limpias (sin residuos metabólicos alrededor) alcanzaban un estado de salud y de vitalidad que les llevaba, literalmente, a no envejecer.

Desde mi punto de vista, y como conclusión personal, no creo que se trate de buscar la inmortalidad a través de la alimentación, o, por lo menos, no necesariamente. Librarse de la enfermedad (las graves, sobre todo) y disponer de más vitalidad y energía ya podrían considerarse grandes logros para una persona de a pie que decida mejorar su alimentación, haciéndola más natural y saludable. A este respecto, se puede tomar ejemplo de otros pueblos, como los Hunzas, teniéndolos como un referente ideal de salud y de bienestar. A fin de cuentas, seguro que algo de su estilo de vida podemos integrar en el nuestro.

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