Descubrir la leche de Kamut de La Finestra sul Cielo ha sido todo un hallazgo. Los de la marca italiana, al sacar al mercado este novedoso producto, merecen mis más sinceras felicitaciones. Veréis por qué lo digo.A lo largo de los siglos, al igual que otras plantas comestibles, los cereales han experimentado sucesivos cruces y selecciones artificiales, es decir, modificaciones que el agricultor ha llevado a cabo buscando la mayor rentabilidad posible. Sin embargo, dichas modificaciones han convertido al trigo (Triticum vulgare o aestivum) en la actualidad en un cereal poco afín con el organismo humano, lo que implica algunos inconvenientes para la salud (distintos tipos de alergias, intolerancia o exceso de mucosidad).
No obstante, disponemos ya en el mercado de dos cereales de la familia del trigo que se han mantenido prácticamente inalterados a lo largo del tiempo. Además, ambos son mucho más ricos en nutrientes, y más fácilmente digestibles que el trigo (por el predominio de los azúcares frente a los almidones -más difíciles de digerir-). Hablo de la espelta (Triticum spelta) y del kamut (Triticum turgidum).
El kamut fue redescubierto en el año 1949 en una tumba egipcia, cerca de la ciudad de Dashare. Fue llevado entonces a Estados Unidos por un aviador y cultivado en algunas granjas de Montana, a lo que posteriormente, ha ido extendiéndose por otros países.
El kamut contiene un 30% más de aminoácidos y de grasas que el trigo, un 25% más de minerales y de vitaminas, un 50% más de hierro y un 148% más de calcio.
La leche de kamut de La Finestra, por su parte, está elaborada con una receta sencillísima: agua, kamut al 12%, aceite de girasol de primera presión en frío y sal marina.
El resultado es una leche ligeramente dulce, suave al paladar y con un sabor que recuerda un poco a las nueces. La de arroz de esta marca, por ejemplo, es más dulce que la de kamut, pero ésta posee un enorme valor nutritivo.
Una leche óptima para todo tipo de personas (lactantes -ideal, pero no mejor que la materna-, niños, adultos, ancianos).
El kamut hace fuerte a quien lo toma, le da energía, lo nutre y le proporciona salud.
Por supuesto, también sirve para cocinar.
Vale la pena tenerla en cuenta.
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Isabel, una tía mía, solía padecer de calambres en las piernas con frecuencia, sobre todo cuando se desperezaba en la cama por la mañana, o bien algunas noches de madrugada.
Como sabéis, los calambres, en principio, no revisten gravedad alguna, pero resultan muy incómodos y pueden llegar a ser muy dolorosos. Se asocian a un desequilibrio (déficit) en los niveles de calcio y magnesio.
A todo esto, le recomendé tomar a diario un vaso de leche de arroz de La Finestra sul Cielo; y desde hace cinco días toma la de kamut, de la misma marca.
Lleva dos semanas sin un solo calambre.
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Se vende en herboristerías.
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Producto cedido amablemente por Biomercado Natural.
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