Principio de Correspondencia

La ropa que llevamos es un reflejo de lo que somos en cada momento. Igualmente, la decoración de la vivienda que habitamos. También, nuestra escritura. O un plato que preparamos para comer. O un determinado cuadro que elegimos colgar en la pared de nuestro dormitorio. O los archivos que tenemos en el disco duro de nuestro ordenador…

Todas nuestras creaciones y posesiones son un reflejo fiel de lo que somos, en todos los aspectos y con todos sus matices. Estamos unidos a nuestras creaciones y posesiones mediante un fenómeno de entrelazamiento cuántico y un vínculo bidireccional. Esto implica que no solo ellas son un reflejo fiel de nosotros mismos sino que, al mismo tiempo, nosotros mismos somos un reflejo de ellas.

Es decir:

    • Si yo modifico la ropa que llevo puesta, eso tiene una influencia en mí, en mi cuerpo, en mi mente y en mis emociones.
    • Si yo modifico mi escritura, eso generará, igualmente, unos cambios en mi cuerpo, en mi mente y en mis emociones.
    • Lo mismo con la decoración y distribución en mi casa: cualquier cambio provocará una consecuencia en mi realidad personal.

Por consiguiente, una forma eficaz de provocar cambios, y mejoras, en nuestra realidad es modificando o reconfigurando conscientemente algunas de nuestras proyecciones o creaciones.

Por ejemplo, la Grafoterapia nos ayuda a mejorar aspectos de nuestra vida armonizando los patrones que se dan en nuestra escritura, así como el Feng-Shui sirve, igualmente, para armonizar nuestra realidad modificando algunas variables del entorno que habitamos.

Por la misma regla de tres, si yo mejoro mi alimentación, tarde o temprano, mejorará mi salud y mi estado anímico. Y si mi ordenador se bloquea o va lento y termino solucionándolo con la ayuda de un informático, yo me atascaré menos y fluiré mejor con los acontecimientos.

Esto es lo que nos enseña la ley universal del Principio de Correspondencia:

Como es arriba es abajo. Como es abajo es arriba.

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