10 falsedades (comprobadas) sobre alimentación


1. La patata engorda. Sólo engorda dependiendo de con qué alimento la mezcles. Exactamente igual que cualquier otro alimento. No engordan los alimentos por sí solos sino el modo en que éstos se combinan.

2. La fruta da gases y no sienta bien. No sienta bien cuando se toma como postre, después de una comida, o cuando tiene una piel que no se digiere y no se pela, o cuando se mezclan varias frutas (dulces y ácidas) entre sí.

3. Yo no como fruta porque tiene muchos azúcares y no son buenos. Los azúcares que no son saludables son los REFINADOS. Los integrales, en cantidad moderada, sí son saludables. De hecho, la fruta es un alimento vivo, depurativo, rico en vitaminas y minerales y con muchas propiedades medicinales; al igual que la verdura cruda.

4. Lo mejor es comer pocas grasas. No son buenas para el corazón. Las grasas que no son buenas son las refinadas (como las de ciertos aceites) o las fritas. Las grasas naturales y no refinadas son un alimento IMPRESCINDIBLE para el cerebro y no perjudican en absoluto al corazón.

5. Los lácteos son buenos para evitar la osteoporosis. Los lácteos son una de las principales causas de la osteoporosis. Especialmente, los que provienen de la ganadería industrial. Además de que generan flemas, debilitan el sistema inmunitario, infantilizan y acidifican la sangre.

6. El aguacate tiene demasiadas calorías y engorda. Que un alimento sea beneficioso o no para la salud no depende de sus calorías sino de su calidad biológica y de cómo haya sido cultivado. Por otro lado, una persona no engorda por las calorías de su dieta sino por el modo en que combina sus alimentos (además de otros hábitos y factores psicoemocionales).

7. Para adelgazar lo mejor es comer menos o hacer dieta. Para adelgazar lo mejor es saber por qué uno engorda (causas físicas, mentales y emocionales) y seguir unas pautas encaminadas a corregir ciertos hábitos y sanar ciertas heridas o conflictos asociados a patrones de comportamiento inadecuados.

8. El café me da energía. El café no da ninguna energía. Energía la da una tostada, un bol de cereales, una manzana o unos dátiles. El café sobreestimula el sistema nervioso y provoca que el cuerpo tire adelante con su propia energía, forzándolo a desgastarla. Por eso, al igual que cualquier otra droga, cuando se pasa su efecto se siente un bajón de energía y uno necesita más café para seguir adelante.

9. Hay que comer muchas proteínas. Ciertas cantidades de proteínas son necesarias cuando un ser humano está creciendo o cuando realiza actividades de mucha intensidad física, pero no más allá. Tengamos en cuenta que el momento de la vida en el que más crece un ser humano es en la lactancia, y la leche materna no es precisamente rica en proteínas (poco más de 1%). Asimismo, un exceso de proteínas en la dieta tiende a acortar la vida.

10. Lo mejor es comer un poco de todo. La especie humana, a diferencia de cualquier otra del Reino Animal, es la que más se ha diversificado, de tal modo que hoy en día podemos encontrar una enorme variedad de individuos con características, estilos de vida y necesidades muy diferentes. Por tanto, actualmente, no existe una forma de alimentarse que pueda decirse que sea óptima para todos los seres humanos por igual. Lo ideal sería que cada ser humano se alimentara de acuerdo con sus necesidades y que su dieta le proporcionara fuerza, salud, equilibrio y alegría. Ahora bien, hay una serie de factores alimenticios que le vienen bien a todo el mundo, como que los alimentos que uno ingiere sean naturales, integrales y frescos.

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