No, esto no es un desayuno saludable.


Hay gente que, con su mejor intención, trata de alimentarse de forma natural y saludable tomando como referencia fotos y vídeos muy atractivos visualmente en los que se pueden distinguir alimentos naturales. Sin embargo, juntar en una misma comida varios alimentos saludables no necesariamente da como resultado un desayuno, una comida, una merienda o una cena saludable.

La foto que ilustra este artículo es una de tantas que podemos ver a diario circulando por las redes sociales. En este caso, una propuesta de desayuno supuestamente saludable.

Veamos sus ingredientes: plátanos, arándanos, almendras, anacardos, nueces de Brasil, pistachos, semillas de calabaza, semillas de Goji, pequeños trozos de chocolate, polen y yogur.

Desde luego, casi todos esos ingredientes, sobre todo si son ecológicos, son saludables de forma individual. Aunque el yogur, no tanto (produce flemas). El problema es cuando se juntan todos en una misma comida, como, en este caso, en un desayuno.

Para que un plato sea saludable no sólo es imprescindible que sus ingredientes lo sean sino que también ha de serlo el modo en que se combinan. Esto es algo FUNDAMENTAL para hacer bien las digestiones y para que nuestro organismo pueda aprovechar de forma óptima los nutrientes que contienen los alimentos.

Cada alimento requiere de un tipo de jugo gástrico específico y de un tiempo de digestión concreto. Por tanto, si mezclamos de forma arbitraria alimentos muy dispares, o incluso antagónicos (como frutas con frutos secos), lo que conseguiremos es que se produzcan fermentaciones en nuestro aparato digestivo (que pueden notarse o no). Y dichas fermentaciones, a su vez, formarán toxinas, que luego serán absorbidas en el intestino, lo irritarán, y terminarán llegando a las células. Pero claro, nuestras células no quieren toxinas. Lo que necesitan son nutrientes.

Seguramente, el modelo de desayuno que ilustra este artículo sea mucho más saludable que tomar unos huevos fritos con café y zumo de naranja. Seguro que sí. Pero he conocido a mucha gente que comía alimentos naturales (incluso, ecológicos) y que, sin embargo, padecía problemas digestivos, exceso de toxinas, intolerancias o irritación intestinal. Gente que cuando aprendía a combinar adecuadamente sus alimentos conseguía mejorar espectacularmente su situación. Y, con un poco de tiempo, incluso resolverla y curarse.

Conviene saber que nuestro aparato digestivo es de una complejidad extraordinaria, y los procesos fisiológicos y bioquímicos que tienen lugar en él lo son igualmente. Por consiguiente, para que todo funcione correctamente y para que podamos nutrirnos adecuadamente sin intoxicarnos y sin enfermar es necesario tener, por lo menos, unas nociones básicas de combinatoria de alimentos.

Lo cual, por de pronto, nos permitiría distinguir entre un desayuno realmente saludable y un cóctel mólotov.

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