Los limones que veis en la foto llevaban en mi frigorífico (en el cajón de las verduras) desde marzo de este año. Y están prácticamente igual que cuando los compré. Sólo un poco más blandos. Pero el sabor, perfecto.
Esta cualidad no la posee casi ninguna otra verdura.
Seguramente, ya sabéis que el limón es muy rico en antioxidantes, y que los antioxidantes retrasan el envejecimiento (oxidarse=envejecer). De hecho, el propio limón es el ejemplo que mejor ilustra este principio: él tarda mucho más que cualquier otra verdura en envejecer porque es muy rico en antioxidantes. Por eso, ha podido aguantar seis meses en el frigorífico como si nada.
Cuando observamos las características y el comportamiento de una planta comestible y/o medicinal fuera de nuestro cuerpo podemos hacernos una idea bastante precisa acerca de cómo se comportará esa planta cuando sea ingerida por nosotros. Esta deducción se basa en una ley cósmica de primer orden, el Principio de Correspondencia, que dice: Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba. Es una ley que establece analogías e interconexiones entre los distintos planos de la realidad (planos de causación).
Un ser humano cualquiera podría llegar a comprender absolutamente todos y cada uno de los fenómenos que se manifiestan en el Universo conociendo y comprendiendo sus siete leyes cósmicas de primer orden. No necesitaría más.
Y así, poder disfrutar de una vida más equilibrada, saludable, armoniosa y próspera.
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