El verbo "intentar": abriendo una puerta al fracaso.

 

El verbo intentar expresa la voluntad de hacer algo. Nada más. Es decir, cuando yo intento lo que sea puede que consiga ese algo o no.

Por ejemplo, si yo digo algo como: Voy a intentar mantenerme despierto, mi mente inconsciente lo interpreta de la siguiente manera: Puede que me mantenga despierto o puede que no. O si yo digo: Voy a intentar hablar calmadamente, mi mente inconsciente lo interpreta como: Puede que hable calmadamente o puede que no. Es decir, que el verbo intentar implica, o bien tener éxito, o fracasar en aquello que quieres hacer. Contempla ambas posibilidades.

Pero claro, yo no quiero fracasar si lo que pretendo es mantenerme despierto para pilotar un avión y no he dormido muy bien la noche anterior a mi vuelo. Ni tampoco quiero fracasar a la hora de hablarle calmadamente a un amigo que me ha hablado a mí bruscamente. Sin embargo, si utilizo el verbo intentar, me guste o no, estaré abriendo una posibilidad al fracaso. O dicho de otro modo, el verbo intentar no es un verbo adecuado si lo que pretendes es tener éxito... en lo que sea.

Por eso, sería más oportuno decir Voy a mantenerme despierto, en vez de Voy a intentar mantenerme despierto. O bien, Voy a hablar calmadamente, en vez de Voy a intentar hablar calmadamente.

Siguiendo con más ejemplos:

Mejor decir Voy a explicarme mejor que Voy a intentar explicarme mejor.

O Voy a dejar de fumar, en vez de Voy a intentar dejar de fumar.

O Seré más prudente cuando vaya en bicicleta, en vez de Intentaré ser más prudente cuando vaya en bicicleta.

O, Voy a hacerlo, en vez de Voy a intentarlo.

Es decir, para multiplicar tus posibilidades de tener éxito en aquello que pretendas alcanzar o realizar se trata, simplemente, de que expreses CON SEGURIDAD lo que vas a hacer.

Sin verbos ni palabras que estorben.

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