Temblores y Enfermedad de Parkinson



La enfermedad es una manifestación física y, al mismo tiempo, y en esencia, la expresión de un conflicto no resuelto. Dicho conflicto lleva a la persona a vivir de una forma inconsciente, y desagradable, una serie de síntomas. Y esos síntomas, que también son símbolos, nos dan pistas muy claras de cómo sanarla. 

En el caso de la Enfermedad del Parkinson, el síntoma predominante son los temblores. Temblores que obligan a la persona a moverse... quiera o no quiera. Lo que significa que la persona está interiormente paralizada o estancada en un asunto importante. De ahí que su inconsciente le lleve a moverse, como una forma de decirle: "¡Vamos, muévete! ¡Ponte en marcha! ¡Sal del estancamiento!".

Pero ojo: los temblores también representan el miedo. De hecho, si nos fijamos, comprobaremos que son frecuentes en una persona o un animal que siente un miedo intenso. Es un mecanismo inconsciente e inevitable. Y el cuerpo lo sabe bien. Lo tiene registrado en su memoria.

En el Parkinson, comúnmente, estos temblores de los que os hablo comienzan en las manos, las cuales simbolizan el control y la capacidad para sujetar o retener. En consecuencia, ese temblor en las manos significa que hay un gran temor a perder el control de una situación, y, concretamente, el temor a perder a una persona, o dicho de otro modo: el temor a no poder retenerla.

Por otro lado, es habitual que los afectados (mayoritariamente, hombres), sean personas un tanto rígidas y con una tendencia a ocultar su vulnerabilidad, su sensibilidad o sus temores (seguramente, por razones socioeducacionales). Por eso, la enfermedad les suele dar una apariencia de vulnerabilidad, de sensibilidad y de sentir miedo (por los temblores constantes).

Así que, una vez más, la enfermedad le lleva al ser humano a expresar a través de su cuerpo (inconscientemente) lo que la persona no ha sido capaz de expresar mediante su voluntad (conscientemente).

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