Ser asertivo: algo esencial para no enfermar.


Nuestro cuerpo y nuestras células son una expresión fiel de nosotros mismos. Son fuertes si nosotros lo somos. Están en equilibrio si nosotros lo estamos. Actúan con armonía si nosotros lo hacemos... Por eso, es tan importante mantenernos alejados del conflicto y desarrollar una actitud lo más constructiva y amorosa que se pueda en nuestras vidas.

Existe una habilidad en el ser humano que aglutina varias cualidades esenciales a la hora de mantener nuestro cuerpo sano y fuerte: la asertividad.

La asertividad nos permite expresar nuestras emociones, pensamientos o necesidades de una forma armoniosa y equilibrada, sin hostilidad ni agresividad, sin avasallar y sin quedarnos cohibidos por el miedo.

Esta cualidad, como digo, es fundamental para disfrutar de una buena salud, y, sobre todo, para mantener fuerte y en equilibrio a nuestro sistema inmunitario.

Para que nos hagamos una idea de cómo es una persona asertiva, aquí van una serie de rasgos característicos que lo ilustran. 

Por ejemplo, una persona asertiva...
  • Se sentiría tranquila y confiada a la hora de pedir o aceptar una cita con alguien.
  • No tendría ningún reparo en hablar con el camarero o el encargado de un restaurante si la comida no es de su agrado.
  • Puede hablar con su pareja de algo que le incomoda en la relación sin avasallarla, sin criticarla, sin juzgarla y sin hacerle reproches.
  • Es capaz de responder sin agresividad cuando una persona le trata agresivamente.
  • No atenderá a una petición que le parezca injusta.
  • No permitirá que los demás se aprovechen de ella.
  • Sabrá qué decir ante una persona que le resulte atractiva.
  • Preferirá el cara a cara antes que la comunicación a distancia.
  • No dudará en devolver una mercancía que le parezca insatisfactoria.
  • Expresará su disgusto antes que ocultar sus sentimientos.
  • Hará preguntas delicadas en público sin miedo a parecer tonta.
  • Será abierta y franca a la hora de hablar de sus sentimientos.
  • No sentirá temor de hablar con alguien para resolver un malentendido o un conflicto.
  • Rehusará con amabilidad una propuesta que no le guste o convenza.
  • Podrá llamar la atención, sin miedo, a una persona que se le cuele en una fila.
  • Difícilmente se sentirá incómoda ante un elogio.

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